Los problemas de comportamiento infantil han aumentado de forma exponencial

Por Pequelia @pequelia

Según Francisco Fenollar, psiquiatra infantil en el centro de salud Cabo Huertas (Alicante), los problemas de comportamiento infantil han experimentado un aumento significativo durante los últimos años, algo que coincide con los problemas que se han experimentado en nuestro país a raíz de la crisis económica y los cambios sociales que se han sufrido en la estructura familiar, al menos así se ha señalado en un estudio desarrollado por el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

Se ha incrementado de forma exponencial el número de niños que entran en cólera, sufren rabietas, discuten continuamente con los padres, entre otros problemas que se han convertido en la primera causa de consulta en las Unidades de Salud Mental Infantil. Se podría decir que los psiquiatras tienen más trabajo que nunca, en unidades como la de San Vicente del Raspeig en Alicante, hasta el 70% de los casos que atienden los especialistas corresponden a niños que tienen problemas de comportamiento.
El experto comenta que estos problemas de conducta delatan que algo no va bien, pero estos problemas no necesariamente tienen que derivar en distintas patologías y se pueden solucionar con una buena orientación proporcionada por los especialistas a los padres. En este sentido os recomendamos retomar la lectura de este post, en el que se tratan algunas claves para mejorar la conducta de los niños que se portan mal, podréis comprobar que hay muchas causas que explican este mal comportamiento y en algunos casos las soluciones son bastante simples de aplicar.

Francisco Fenollar habla de la investigación realizada por los expertos del Hospital Sant Joan de Déu, en este trabajo se han incluido la opinión de psiquiatras, pediatras, padres y profesores, para determinar algunas de las principales causas que provocan el mal comportamiento en los niños. Según las conclusiones, algunas de las causas por las que los niños se porten mal son la falta de dedicación a ellos, la pérdida de autoridad, la ausencia de límites que se deben establecer, la frustración, la falta de tolerancia o el auge de valores como el individualismo.

Los progenitores trabajan muchas horas para poder llegar a fin de mes, existe mucha preocupación por los hijos pero poca ocupación, esto provoca que se pongan menos límites y que en cierto modo los niños actúen según sus criterios, lo que incrementa los problemas de conducta. En el caso de menores que tienen predisposición a tener problemas de conducta, un ambiente favorable provocará que emerjan estos problemas. Claro, que existen otras causas, como por ejemplo la falta de recursos económicos que tienen las familias, algo que el mencionado estudio asocia a los problemas de conducta infantiles.

Según este estudio, se calcula que uno de cada cinco niños tendrá a lo largo de su infancia o adolescencia algún trastorno de conducta, siendo un problema de salud más frecuente entre los chicos y con mayor prevalencia entre los 13 y 16 años. En este trabajo se apuntan las distintas situaciones de riesgo que propician la aparición de los trastornos del comportamiento, en el caso de las situaciones personales se pueden citar como ejemplos la actitud negativa ante la formación, el bajo rendimiento académico, la falta de vínculos sociales, la impulsividad, la falta de tolerancia ante la frustración, etc. En las situaciones familiares, la economía deprimida, un control parental inadecuado, la falta de dedicación a los hijos o la falta de comunicación con los hijos y conocimiento de sus problemas, entre otros.

Los expertos comentan que las rabietas en niños de 3 a 5 años son un primer síntoma de alerta que provoca que los padres acudan al pediatra. En niños más mayores los síntomas son la irritabilidad, la pérdida de amistades, la escasa capacidad de atención, etc. Es importante que como padres prestemos atención a los posibles síntomas y pongamos en práctica las medidas que eviten que estos problemas se agraven, ya que de lo contrario podrían derivar en trastornos del comportamiento. Por ello, ante cualquiera de los signos descritos, merece la pena consultar a un profesional que aconsejará las pautas a seguir para lograr que el mal comportamiento no termine convirtiéndose en un problema mayor.

Foto | Jay

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