Según el Consejo General de Colegios de Ópticos y Optometristas (CGCOO), el 30% del fracaso escolar que sufren los niños y adolescentes está relacionado con alteraciones de la visión que no están diagnosticadas. Esto se debe a que durante los primeros 12 años del desarrollo educativo ocurre gracias a los ojos. Otro dato muy interesante es que alrededor del 40% de este rango de edad sufre problemas visuales o utiliza gafas para corregir sus problemas de visión. Pero los problemas de visión no se limitan simplemente a problemas ópticos.
Mejor Visión explica que ver es todo un proceso y un trabajo complejo de identificar, interpretar y comprender lo que ven los ojos. En muchas ocasiones, explica Mejor Visión, los padres no saben detectar los síntomas relacionados con los problemas de visión y este es el primer paso a la hora de corregir cualquier anomalía en la vista. Algunos de estas anomalías son la hipermetropía, la miopía, el estrabismo y el ojo vago. Todos estos problemas de visión son fáciles de identificar, pero no todo el mundo los detecta.
No obstante, también puede haber problemas relacionados con la neurofuncionalidad, cuando el niño tiene problemas con la caligrafía o la lectura. Incluso pueden darse casos de problemas de aprendizaje o problemas visuales y cognitivas, cosa que provoca que la información no llegue de forma eficaz y correcta al cerebro. En muchas ocasiones el niño tiene problemas con el desarrollo escolar y se tiende a pensar que es porque no se esfuerza lo suficiente, cuando en realidad puede necesitar alguna terapia para mejorar el aprendizaje, la visión y la cognición.
Los síntomas más habituales son que el niño se acerque demasiado para leer o escribir, mover la cabeza cuando escribe o lee, cerrar o taparse un ojo, tener los ojos rojos o frotárselos demasiado (cosa que también provoca los orzuelos frecuentes). Los niños que presentan problemas de visión (como disfunciones binoculares o de acomodación o de motilidad ocular, el estrabismo o la ambliopía,) también pueden ser lentos en la lectura, cansarse rápido o tener déficit de atención.
“Los padres no deben cometer el error de pensar que el niño fracasa en sus estudios porque no se esfuerza lo suficiente, sin antes intentar identificar estos problemas” explica Mejor Visión. La terapia visual comportamental es algo que todo el mundo debería plantearse si detectan que sus hijos presentan estos problemas. El fracaso escolar es algo que puede frustrar el desarrollo educativo de los niños y su salud psicológica.