[Por Anuar Marrero]
Después de mucho tiempo, este año se corregía uno de los principales problemas del Balón de Oro, y era la existencia de dos premios para un mismo concepto, ya que a este se le sumaba el FIFA World Player. De esta manera se creó el FIFA Balón de Oro, votado por periodistas, seleccionadores y capitanes de las selecciones nacionales. No obstante, y aunque este hecho parece reforzar el galardón, el de este año va camino de convertirse en uno de los más polémicos que se recuerdan.
La polémica la provocan dos hechos; la inexplicable exclusión de Sneijder del trío de finalistas en beneficio de Messi, y que según una filtración de La Gazzetta dello Sport, el premio sería para Iniesta en lugar de Xavi. ¿Cómo es posible que un premio votado por una representación tan amplia del mundo de fútbol genere tal controversia? La respuesta la podemos extraer de la combinación de tres factores. El primero, irresoluble, es la injusticia asociada a un premio individual en un deporte colectivo. El segundo problema es la falta de elementos de juicio objetivos a la hora de conceder el premio y por último nos encontramos con que en realidad nadie sabe muy bien qué es lo que está votando.
Empecemos por el final. Según el artículo del 9 del reglamento del trofeo, los criterios para otorgarlo son: los resultados obtenidos individual y colectivamente durante el año en consideración, la clase del jugador (talento + juego limpio), su carrera profesional y la personalidad y carisma que posee. Pero se están definiendo tres categorías diferentes. Veámoslo con ejemplos. Si lo que se pretende es premiar la mejor actuación individual en relación a los resultados, parece incontestable que el galardón debería ser para Sneijder (recordemos, campeón de Liga, Copa y Champions con el Inter, subcampeón del mundo con Holanda y Bota de Bronce del Mundial empatado a goles con el Bota de Oro). Si lo que se pretende es premiar el talento y la clase, sería para Messi. Ahora bien, si nos concentramos en ese aspecto el galardón pierde sentido, ya que en los próximos 10 años el premio sería o para Messi o para Cristiano Ronaldo. Si lo que se pretende es premiar la aportación global de un jugador a lo largo de su carrera debería ser para Xavi.
Desde mi punto de vista el premio se debería centrar en el primer aspecto de los definidos en el reglamento, por ser el único objetivable y porque solucionaría los dos problemas principales. Además el “talento”, la “clase” o el “carisma” son categorías demasiado inconcretas y etéreas para ser premiadas. Y también por una cuestión democrática. Un jugador, sin ser el más talentoso del mundo, a través del trabajo y el compromiso puede ser el más determinante de una temporada. Supongo que el hecho de haber trabajado durante un tiempo en una agencia de estadísticas deportivas me ayuda a ver esto más claro, pero es bastante sencillo dotar al Balón de Oro de elementos objetivos.
Si contamos los goles, los pases de gol, los pases completados, los balones robados y los minutos jugados nos podemos hacer una idea clara del impacto de un jugador en un equipo. Y si a esto le añadimos una puntuación por cada título obtenido (la Champions tendría asignados un número de puntos, la UEFA otros etc.) conseguiremos, a través de la estadística y de manera objetiva una valoración global del jugador. Estos aspectos deberían constituir el 60% de la puntuación total otorgada, concediéndose el 40% restante como hasta ahora, vía votación, para dejar cierto margen a la valoración de los intangibles, tan importantes en los deportes de equipo. De esta manera se evitarían injusticias, como que Sneijder, con una de las actuaciones más determinantes de los últimos años se quede fuera del podio en beneficio de un Messi que hizo un mundial mediocre y sólo ganó la liga con su equipo. Evitaríamos también que Iniesta, que estuvo lesionado gran parte de la temporada le arrebatara el triunfo a un Xavi que fue el motor del Barcelona y de la selección española. Y lo que es más importante, se beneficiaría a jugadores trabajadores y comprometidos en detrimento de los más mediáticos, valorando el fútbol de manera más pura e íntegra.