Los programas de niños: fábricas de infelices.

Publicado el 08 enero 2015 por Mediasmentiras @mediasmentiras

Esta criatura (que puede tener una edad comprendida entre los 7 y los 40 años perfectamente) opina que "las mujeres sabéis limpiar por genética" . Estoy seguro de que su papá ayuda mucho en casa y no es nada machista.

Siempre lo digo, lo recalco, no me interesan para nada los programas de niños: me dan PENA.
Son viejos pequeños que en vez de dedicarse a "ser niños y jugar" (a hacer cosas de niños) se dedican ha cocinar esencias de congrio o tortillas desestructuradas de langostino sueco.
Y es que tienen cara de viejos, se mueven como viejos, hablan como viejos. Demuestran la felicidad de una manera contenida, pendientes de la cámara, sin el desparpajo que otorga la edad y la falta de prejuicios.
Son el mismo caso de esos niños cantantes como Marisol, Joselito, Melody,Pastora Soler, que luego acaban como acaban cuando la gallina de oro se acaba, cuando el juguete roto no sirve. Alguno de mercenario en África.
Me producen mucha tristeza, y leyendo lo de este niño-señor mucho más.
Parece ser que le castigaron a fregar, pero él no tiene la culpa de decir lo que escucha en casa.
El que tenía que fregar es el padre de este niño. Su labor educativa es una puta mierda, es un fracasado en ese sentido, salvo que esté orgulloso de lo dicho por su vástago. Seguramente lo esté y lo haya retuiteado porque le hizo gracia. Los padres de estos niños creen que sus hijos son muy graciosos y no lo son. Están cercanos a ser "monos de feria" (disculpas a los niños, ninguna a los padres que les exponen saltándose los derechos de los menores).
No debería haber programas de viejos pequeños que fomentan que haya más futuros infelices. No son más listos que los demás, son más tontos porque viven una vida que les tocará hacerla de adultos Ahora tienen que jugar sin pretensiones y preocupaciones, ya se enfadarán cuando no haya compactado bien la mezcla de ingredientes en el plato que preparan, cuando sean mayores.
Es cómo lo de poner una raqueta, un palo de golf, en la mano del nene esperando que lo mueva con destreza. Es el querer que les hagan ricos los críos importándoles una puta mierda que sean felices. No pueden serlo así, no me engañan.
Lo de ayer no es más que otra muestra de los gilipollas que son los padres, esos que suben fotos de sus hijos de 7 años a las redes sociales para que los pederastas y enfermos sexuales puedan masturbarse tan ricamente sin tener que salir de su "cueva". Lo hacen por el "estúpido ego" de presumir de hijos, pero no se dan cuenta de lo nocivo que es exponer ciertas cosas. Ceden sus fotos a las redes sociales para que hagan con ellas lo que quieran. ¡Imbéciles!
En este caso, el papá orgulloso, ha sacado a la palestra al niño, todo bien peinado, y con una frase ha descubierto el aroma que reina en esa casa. Si tuvieran un mínimo de vergüenza no saldrían a la calle en dos meses, aunque lo dudo mucho.
Pues nada, "pan y circo" y que a los niños les jodan, pero luego llorarán porque sus papis les robaron la infancia e hicieron de ellos unos verdaderos gilipollas.
¡Reto conseguido!.