Los progres y la guerra de Zapatero

Por Alejandropumarino

La guerra a los rojelios les da rabia
desde el arcaico Pacto de Varsovia.
Les daña, les ofende, les oprobia,
les veja, les afrenta y les agravia.

La guerra le da estímulo a su labia:
recalcan que les jode y les agobia.
Que les provoca yuyu y les da fobia,
pues la programbre es buena, culta y sabia.

Ante la guerra muestran su resabio,
su desazón, su cólera y su agravio,
que solo el alto el fuego les alivia.

Pero hoy su ardor indómito es más tibio
y ven con beneplácito y alivio
que cargue Zapatero contra Libia
.

Es cierto que la guerra de Libia y de Irak no son comparables, y no lo son por muchas razones, desde la ausencia de consenso por parte de la ONU cuando se produce la segunda invasión de Irak, al hecho de que los soldados españoles están llevando acciones bélicas en el Mediterráneo, mientras su labor en Irak fue humanitaria. Por apoyar diplomáticamente la guerra de Irak, algo con lo que el que suscribe no está de acuerdo, llamaron asesino a Aznar, aunque nuestros soldados en aquella ocasión, no dispararon un solo tiro. Ahora, mientras las tropas españolas colaboran con fuerzas internacionales en misiones armadas en Libia, acciones en las que se produce la inevitable muerte de civiles, solamente IU sigue demostrando la coherencia de manifestarse contra la guerra. Los titiriteros entienden perfectamente el cambio de opinión de un Zapatero que no se parece en nada a quien accedió a la Moncloa hace siete años; saltan y saludan junto al leonés errante, ejercitando ese progresismo de salón tan de moda hoy en día. Pensar también es un atavismo.