Antes que nada, Feliz 2017 a tod@s!! que venga repleto de salud y felicidad.
Como es de obligado cumplimiento e el mundo de los blogs, el primer post del año tiene que tratar sobre esos propósitos que, en los escasos momentos que tenemos durante las Navidades entre comidas, cenas y recenas, nos marcamos para el año que va a comenzar o que dejamos, como en más de un caso, para cuando pase la fiesta de Reyes, que hasta entonces y con el roscón, no acaban las fiestas.
Son muchos y muy loables los propósitos que año tras año nos marcamos para ser mejores o sentirnos mejor, pero en muchas ocasiones creo que nos establecemos unas metas demasiado altas. Entre los más usuales: dejar de fumar, hacer ejercicio, seguir una dieta,…
En términos prácticos, un propósito es un objetivo que queremos conseguir en un plazo determinado y con un fin específico. Por ejemplo, voy a ir al gimnasio para poder sentirme mejor. El problema que nos encontramos año tras año es que no somos capaces de conseguir esos objetivos y al final desistimos de marcárnoslos a sabiendas de que el esfuerzo que nos va a suponer no vamos a ser capaces de llevarlo a cabo.
Deberíamos ser más realistas en los propósitos/objetivos que queramos alcanzar, esto es, establecerlos tras haber evaluado los costes que nos va a suponer lograrlos y si la recompensa del logro compensa ese esfuerzo.
También deberíamos hacer un esfuerzo extra por ser constantes en la búsqueda de esos esfuerzos, ya que seguro que por el camino saldrán mil y un impedimentos que nos llevarán a la tentación de tirar la toalla.
Recuerda que son propósitos personales, y que todo lo que implique a otras personas va a depender de variables que quedan fuera de tu control por mucho que te esfuerces.
Conseguir esos logros implica salir de nuestra zona de confort, y eso no es cómodo, más bien nos sentiremos atacados y tendremos muchas tentaciones de volver a la casilla de salida y de terminar el año como lo empezamos.
Sí os pediría un esfuerzo en lograr un propósito que todos deberíamos marcarnos sí o sí: intentar ser felices y hacer felices a los que nos rodean. Posiblemente sea el más difícil y el más bonito de todos los objetivos que nos podamos marcar.
Yo tengo el mío personal: volver a retomar el blog y la escritura, algo que tengo un poco de lado. Espero que me acompañéis y ,e hagáis más fácil el conseguirlo y no desistir.