Meryl Streep, como siempre, realiza un trabajo exquisito. Cada mirada, cada gesto, reflejan la baja autoestima de una ama de casa poco valorada. Clint Eastwood acostumbrado a ser un macho imponente, sorprende con su sensibilidad y romanticismo.
Y aunque los actores no peguen como pareja, son tan profesionales que llegan a crear química entre ellos.
Es una historia preciosa que engancha desde el principio, y que está muy bien contada. El vestuario y los escenarios campestres añaden un efecto melancólico y romántico.
Sin duda el mejor momento de la película es la escena final entre Francesca y Robert, digno de un auténtico drama romántico, en el que es inevitable derramar alguna lágrima.
La película fue nominada en 5 ocasiones a diferentes premios, 3 de los cuales fueron para Meryl Streep.
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