Los puertos de paso desde la Cordillera Cantábrica hasta la Meseta: El Alto de Matanela por La Rasia.

Por Rafael @merkabici

CICLOTURISMO NOTICIAS

Los puertos de paso desde la Cordillera Cantábrica hasta la Meseta: El Alto de Matanela por La Rasia.

by Macos Pereda Herrera 14 octubre, 2014 0 comments

Hoy continuamos contándote cómo son todos los puertos de paso que comunican la Cordillera Cantábrica con la Meseta. Y siempre te decimos que tienes que conocer a la perfección estos altos, ¿verdad?, para que luego en sus rampas no te veas sorprendidos con kilómetros infernales inesperados o picos de pendiente más salvajes de lo que pensabas. Y este caso que analizaremos hoy es un ejemplo perfecto de eso, ya que nos vamos a enfrentar ate uno de los puertos más ásperos, agrestes y traicioneros que podemos echarnos a la cara en toda Cantabria….La Matanela por la Rasía.

El inicio de este durísimo puerto, plenamente pasiego, lo situamos a apenas un par de kilómetros de la propia Vega de Pas, justo antes de salir de la hoz que es la carretera que comunica Entrambasmestas con la capital del Pas. Desde allí sale, en dirección contraria a la marcha y a mano derecha, una carretera que será muy sencillo reconocer…por su gran pendiente. Es una prueba para que nos preparemos y no digamos después que nos pilló de sorpresa. Y es que por delante nos esperan casi veinte kilómetros de subida, con una media muy engañosa que marcará una pendiente del tres y medio por ciento. ¿Por qué engañosa? Porque en este puerto tendremos tres kilómetros de vertiginoso descenso entre sus dos partes, bien diferenciadas, y la segunda de ellas tiene varios kilómetros de poca dureza. Pero te garantizamos que con lo que sufrirás en la primera ya tendrás más que justificado el viaje hasta esta agreste, desconocida y atractiva comarca pasiega.

Como dijimos la primera rampa al quince por ciento nos va avisando de lo que nos espera en la subida llamada La Rasia, que es la primera parte de este fenomenal puerto. Carretera estrecha, mal asfaltada, con grijilla abundante y absolutamente nada de tráfico. De esa forma pasamos esa primera rampa al quince por ciento y entramos en un falso llano. Nos relajamos, sonreímos, pensamos que n ha sido para tanto. Pero de pronto miramos hacia arriba y se nos hiela la sonrisa en la boca…

Ante nosotros se alza una imponente rampa hormigonada que alcanza el 23 % en algún punto, y que nos va a exigir no solamente un triple plato, sino muchas de nuestras fuerzas si queremos coronarla sin echar pie a tierra. En mitad de esa rampa acabamos un primer kilómetro que alcanza el once por ciento de media…pese a tener más de doscientos metros totalmente llanos…lo que va dando buena idea de la dureza del reto que nos hemos ido imponiendo.

El segundo kilómetro no es más fácil, sino que aumenta un poco más la media. Eso sí, la pendiente máxima no supera el catorce por ciento en otra rampa de hormigón, que podremos superar con algo de pericia, ya que aunque está bastante deteriorado es perfectamente ciclable con bicicleta de carretera. Aun nos mantenemos dentro de un tupido bosque de hayas, que irá desapareciendo paulatinamente a medida que ganemos altura y dará paso a unas vistas alucinantes sobre el valle y las montañas circundantes.