A finales de octubre y primeros de noviembre se intensifica la llegada de paseriformes a Asturias. La mayor parte proceden del oeste europeo, desde Francia hasta Escandinavia e incluso Rusia, y aunque algunos están de paso muchos se quedarán ya aquí a invernar y vivir los próximos 4 o 5 meses de su vida. Podemos poner muchos ejemplos, pero aquí van algunos de los más llamativos, retratados en los últimos días en el concejo.
Por ejemplo, las llamadas lavanderas enlutadas, que son la subespecie inglesa (Motacilla alba yarrellii) de la que en Gozón llamamos mariagarcía, la popular lavandera blanca Motacilla alba. Distinguibles por su tonalidad negro azabache, muy llamativa en los machos, se mezclan con la subespecie nominal en los campos y labrantíos del concejo.
¿Cómo no apreciar estos días la insistente llamada del popular raitán o petirrojo por todos lados? La campiña asturiana se llena estos días de raitanes venidos de Europa, que se suman a la población local; cantan con insistencia y pelean mucho entre ellos. Son aves muy territoriales, y conseguir un buen territorio es crucial para sobrevivir al invierno.
Si paseamos junto a un bosque de ribera y levantamos la vista a los alisos, o humeros, podremos localizar ya los primeros grupos de lúganos, o úbanos, alimentándose de las semillas de estos árboles. Son la avanzadilla, ya que la llegada de estos pájaros se prolonga a lo largo de todo noviembre e incluso diciembre. Son aves irruptivas que se van desplazando en función de la disponibilidad de alimento.
Y abajo en los sotos podremos ver también una ingente cantidad de mosquiteros comunes, o pioyines, moviéndose inquietos de un lado a otro, persiguiendo los pequeños invertebrados que vuelan sobre la superficie del agua. En invierno se extienden por todo el territorio, convirtiéndose en una de las especies más numerosas de Asturias.
Como digo, son sólo unos pocos ejemplos, hay muchos más, esperemos ir descubriéndolo en los próximos meses.