Manuel Zuloaga Jiménez ha publicado El país de los recuerdos olvidados (Editorial Se leer, 2017, 100 pp.), una novella de formación con la que muchos lectores podemos empatizar. Su protagonista, Marcos Santos Montero es un joven entusiasta por el cine, la literatura y la vida, que trata de conocerse a sí mismo a través de las experiencias de su vida cotidiana y las obras artísticas. Habla de las películas que marcaron su infancia como , Tomates verdes fritos, Forrest Gump, Regreso al futuro, ET, Tiburón... que también marcaron la mía (y la de otros muchos que seamos de una edad parecida), también libros que ampliaron nuestro mundo como El Principito, Las crónicas de Narnia, Memoria de Idhún y La Sombra del viento. Y de otras obras romanticismo inglés que conectan con la confusión de emociones que experimenta Marcos. La vida de Marcos se escribe en clave de las emociones y anécdotas que vive en el día a día como ocurre con los protagonistas de las obras de Ana María Matute. Marcos tiene una amistad muy especial con Lucía, pero la vida les lleva a una distancia que pone en peligro su vínculo y ambos tendrán que volver a empezar desde otro punto su relación. Y su relación estará llena de amor y lucha contra la fuerza del olvido, que pondrá a Marcos frente a una aventura al estilo de La aventura interminable de Michael Ende. El país de los recuerdos olvidados es un libro muy recomendable para viajar desde las inquietudes de un joven lleno de deseo hacia la fantasía que le permite superar las barreras y los golpes que le trae la vida.