Los redichos incultos

Publicado el 16 febrero 2015 por Javiersobrevive

Tenía yo un proveedor de un cierto producto, bastante vago y caradura él, de esos que todo el día te estaban diciendo lo mucho que trabajaban y lo estresados que estaban que no se daba cuenta que yo sabía perfectamente que no era así, era un vago redomado y al cabo del tiempo eso también le costó su puesto de trabajo. Este hombre, además, tenía un gran defecto, era más falso que un duro de madera y además era un redicho. ¿Por qué era un redicho? Porque se veía a la legua su evidente falta de cultura y pretendía presumir exactamente de lo contrario y eso él lo hacía con su forma de hablar. Adoptaba una postura de “interesante” en la silla y utilizaba frases curiosas: “Si yo hubiera o hubiese hecho tal cosa…” Hubiera o hubiese en una misma frase, era ridículo, sólo por eso mis conversaciones con él duraban lo justo, ni un segundo más, me resultaba insoportable.

No voy a hablar ahora de ese tipo, lo que voy a hablar es de esos incultos redichos que además se hacen los interesantes. En la clase política española tenemos uno de esos ejemplos como el de mi antiguo proveedor, sólo le falta utilizar el famoso “hubiera o hubiese” en la misma frase, esa es, bajo mi punto de vista, Susana Díaz. Susana es el típico personaje del que me pregunto continuamente como habrá conseguido llegar a donde ha llegado, no tiene absolutamente ningún motivo evidente para ello, ni físico ni intelectual.

Podríamos pensar, bueno es fea, pero es que es la inteligencia y la cordura en persona, da gusto oírle hablar, pero no es así. O también podríamos pensar, bueno es mala, es poco o nada inteligente, pero es un bombón, evidentemente ha llegado a donde ha llegado por su físico, porque es impresionante, pues eso tampoco es así. Las dos cosas son evidentes, ni es un bellezón ni es el colmo de la inteligencia es, como mucho, lista y no se sabe muy bien como lo hace pero entre los suyos se vende muy bien. Es evidente que para conseguir sus fines le da igual caiga quien caiga, así lo demostró con la patada que dio a Izquierda Unida en su momento. Y después están sus mítines, esos en los que sólo falta a sus seguidores llevar el pañuelo, con esa voz como de pena, como profunda y también de redicha. “Yo, lo que buco, mi fin prinsipal e el bienetar de lo andaluse y la andalusa…” Es tan sumamente demagoga que en un mitin llegó a decir: “Ahora que voy a ser madre se lo difícil que está el mercado laboral.” Sólo le falta echar la lagrimita al final, es la redicha de la política española y todo eso exagerando más de la cuenta su acento andaluz, para ser más “cercana”. Pero lo peor todo es que su estrategia funcionará, es un poco como la Belén Esteban de la política, no se que le ha visto la gente, pero ahí está.

Es evidente, aquí para que las masas te sigan no es necesario ni el físico ni la cultura. Es más importante ser un redicho con unas buenas dosis de populismo y de demagogia, lo malo es que, como a mi proveedor te acaban pillando tus cuentos, pero en un político suele ser demasiado tarde.