Los reflejos del recién nacido

Por End0rfina
Los reflejos son movimientos musculares involuntarios a ciertos estímulos sensoriales. Al nacer, están presentes una serie de reflejos que se van perdiendo con el paso de los meses, y que son útiles para los bebés desde un punto de vista instintivo y de supervivencia. Para nosotros los médicos, nos sirven para valorar al recién nacido neurológicamente.
¿Cuales son esos reflejos? 
Reflejo de Moro: se desencadena cuando dejamos caer hacia atrás la cabeza del niño, o bien ante un ruido fuerte. El niño levanta los brazos y los brazos hacia delante cerrándolos luego como si quisiera dar un abrazo. Este reflejo desaparece al cuarto mes.
Reflejo de la marcha automática: al contactar la planta del pie con una superficie lisa, como una mesa, y agarrándolo por las axilas, el bebé moverá las piernas como si quisiera caminar. Este reflejo desaparece en el primer trimestre.
Reflejo de succión: como su propio nombre indica, al poner en contacto un objeto (usualmente el pezón de la madre o un biberón) en la mejilla o en la boca del bebé, el niño la abre y efectúa un movimiento de succión.  Este reflejo tiende a desaparecer al cabo de un año.
Reflejo del hociqueo: si se estimula con un objeto la mejilla del bebé, este tiende a girar la cabeza, llevando la boca a la fuente de estimulación.
Reflejo de extrusión: consiste en la expulsión de cualquier alimento semisólido si lo pones en la parte anterior (lengua) del bebé. Suele desaparecer a los 4 meses de edad.
Reflejo de presión palmar y plantar: al contactar cualquier objeto con la planta de los pies o de las manos, éstos se contraen con fuerza como si quieran agarrarlo. Éstos reflejos desaparecen a los 4 meses.
Reflejo de Galant: la estimulación de la espalda, a un lado de la columna, da como resultado la rotación de la cadera a ese mismo lado. Este reflejo se mantiene hasta el año de edad.
Reflejo de arrastre: al colocar el bebé boca abajo, intentará mover sus piernas para avanzar gateando. Se puede apreciar más si pones los pulgares en sus pies, ya que le servirán de apoyo. Este reflejo desaparece a los 3 meses de vida.
Los reflejos primarios o arcaicos que perduran más de lo habitual - cuando ya se supone que deberían haber desaparecido -,  los reflejos anormales o la ausencia de éstos cuando debería tenerlos, pueden ser un signo de un problema en el sistema nervioso del niño.