Llama especialmente la atención que sólo en Bamako, la capital de Mali, el número de desplazados asciende a 46.000 personas. Además los desplazamientos internos continúan especialmente en el norte del país, donde la inseguridad se agrava día a día y la intervención militar puede ser inminente.
El aumento en la llegada de refugiados malienses a los países de la región, que en la actualidad acogen a cerca de 210.000 refugiados. Para ACNUR y sus socios resulta cada vez más difícil acceder a los refugiados en Níger, Burkina Faso y Mauritania. El riesgo de secuestro de trabajadores humanitarios obliga a nuestros equipos a viajar con escolta armada. Además, las alertas de seguridad son frecuentes, lo que limita el acceso a los campos y reduce nuestra capacidad para prestar asistencia a los refugiados.
Nota de prensa de ACNUR: