Los Refugios  de El Arrayán, Parcela 39, 1973

Publicado el 07 diciembre 2024 por Adriana Goni Godoy @antropomemoria
Los Refugios  de El Arrayán, Parcela 39, 1973

Adriana Goñi Godoy

septiembre 2010

Ese diez de septiembre,- treinta y siete-veces-ayer- mis perros devoraron vivos

los conejos de angora enjaulados

y los conejos negros brillantes

que serían el inicio del resto de nuestras vidas.

El Jóse Parada y la María Estela, brillantemente vivos,

dormían su juventud amanecida en la parcela 39

y nuestros ocho críos aún no sabían

que ese era el último día de nuestras vidas

El Chiche y Alicia fumaban hierba

y habían terminado

la última cartera de cuero

que nunca vendieron.

Tú dormía a saltos, desnudo, con tu gorro chilote

y el fierro bajo la almohada, para siempre inútil.

Yo pensaba que la mañana sería muy fría

y vestir ocho niños al lado del fuego

era, día tras día, y por siempre jamás

la más tediosa de las rutinas diarias.

El Father Wheilan también dormía,

ignorando a «Machuca»

y al Leiva, con baño fuera de casa

que mi Pedrito envidiaba

cuando iba al «Ñancahuazú».

Ladraban los perros frenéticos

y el rumor sordo del río furioso

que ya nunca más, pero nunca

nunca

se llevaría gatos muertos

y niños

 perdidos-buscados.

era aún otra rutina de siempre

trasfondo cotidiano.

El compañero de la JAP

y el reparto en la Casa de Vidrio,

la caza perpetua de la camioneta de

Chile Tabacos,

la parafina y la media en las cabezas con piojos

y el teniente Gálvez del Retén de Barnechea

aún nuestro amigo

esperaba callado allanar nuestra casa.

Y ninguno  era parte

 todavía

de mi  memoria futura.

No aparecía en nuestra noche

el general Gutiérrez

y el Beto y la Jelo

no soñaban que su hija un día

se terciaria la Banda.

El diez de septiembre

Neruda enfermo, don Roberto Parada y La Sra. María

la María Eugenia Rojas,

los hermanos Van Yurick

la Bárbara , el Beto y el flaco Renato

 el viejo Nanjari de la Seccional Cordillera,

(el «Mucho Ojo»),

planeaban visita a la Parcela 39.

Cómo saber esa noche

que la última pichanga,

el último partido

de baby-fútbol

la última once multitudinaria

de cada domingo

ya eran Historia.

Amanece el once,

el nacho avisa

se levantó la Armada

y el resto de nuestras vidas

lo podemos rastrear

en YouTube,

en los velatones

en las casas de Memoria,

en los Parques por la Paz,

en las chapas de memoria

en los gases lacrimógenos

en las romerías

en los «ahora y siempre»

en los “Nunca Más”

No te encuentro en el facebook

en Sónico,

en Instagram…

Solo veo los rostros inocentes

de tus hijxs

de tus nietxs

ahogados en memoria

ajenos a ti.

Buenas noches, compañero

estés donde estés.

Adriana,

que fue Gabriela,

hasta ese día diez

y que vio pasar a los pacos

llevando a lomo de mulas

los cuerpos de los compañeros

por el camino Los Refugios

de El Arrayán.

11 septiembre 2010