Los restos y el ajuar funerario de Teresa Gil

Por Vallisoletvm @vallisoletvm

Desde enero de 2010 permanece expuesto al público la exposición del ajuar funerario de Teresa Gil en una sala del museo del Monasterio del Sancti Spiritus de la localidad de Toro (Zamora), acondicionada especialmente para albergar esta muestra, donde se expone de forma permanente. En esta colección se puede admirar el ajuar funerario de Teresa Gil, esto es, la ropa con la que esta mujer fue enterrada, que tras una excelente conservación a lo largo del tiempo y una cuidada restauración de los tejidos, ahora acerca a los visitantes del museo a la forma de vestir de la clase nobiliaria de la Baja Edad Media.

Las piezas que se pueden admirar son el brial, la camisa y el tocado, expuestas en vertical, así como el velo, que es «una pieza sorprendente y muy bonita», un mechón de pelo, los guantes, que se mantienen rellenos con algodón, dos sábanas mortuorias, las ligas, restos del cojín y restos de pieles de la prenda exterior, que era un pellote, «una especie de pelliza de abrigo hecha con tiras de piel y, sobre ellas, unas telas delicadas de seda, que se han perdido».

Estas piezas textiles, anteriores al año 1310, año en el que fallece Teresa Gil, poseen una importancia «muy considerable», debido a que en España apenas se conservan tejidos de este tipo, pues «el siglo XIV no dejó grandes cosas» en este sentido; sin embargo, señala que sí se conservan muchos textiles posteriores a esta época, e incluso anteriores, sobre todo islámicos, que son «muy interesantes».



Este ajuar funerario fue descubierto en el año 2001 durante los trabajos de recuperación del sepulcro de Teresa Gil.
Teresa Gil constituye una gran figura de la Baja Edad Media. Aunque nacida en Portugal, fue nombrada «ricahembra de Castilla», título otorgado a la nobleza española.

Se presupone que fue amante del rey Sancho IV, lo que, aparte de muchos favores, también le supuso una rivalidad manifiesta con la reina María de Molina, quien le impuso el destino de primera abadesa perpetua del monasterio cisterciense de las Huelgas Reales de Valladolid en 1282.

 Gracias a su testamento, Teresa Gil se convirtió en la fundadora del Monasterio del Sancti Spiritus de Toro, pues en él ordenaba la construcción de este convento, en el que además está enterrada,  y se cree que fue abadesa del monasterio de las Huelgas Reales de Valladolid.
Fuente: https://www.laopiniondezamora.es/toro/2010/01/02/ajuar-abadesa/407663.html