APRENDO EN CASA. Sin clases presenciales los escolares oyen a sus maestros detrás de una pantalla o descargan contenido multimedia. No es fácil. Falta de conectividad o profesores familiarizados con lo digital Niños pegados a un ordenador que transmite una clase virtual. Otros escalan los cerros en busca de señal para oír clases difundidas por radio. Así está la educación peruana convertida en un desafío para maestros, padres y estudiantes.
La exministra de Educación Patricia Salas O’Brien hace un balance. ¿Es posible sostener que hay una crisis permanente en el sector? preguntamos. Huelgas de maestros, protestas sociales (Tía María) que obligan a suspender el dictado de clases. Para Salas O’Brien se abusa de la palabra “crisis”. La educación del Perú tiene problemas estructurales que visibilizan en momentos de crisis como la de ahora.
“La huelga de maestros fue hace mucho tiempo. Ya superamos eso. Y el caso de Islay es algo focalizado que afectó a los distritos del valle de Tambo. Debemos concentrarnos en este momento. Estamos en una crisis por el COVID-19, muy distinta con sus propios retos”, responde la exministra. Salas O’Brien plantea priorizar ahora la salud y bienestar de estudiantes y maestros. Y más que enseñanza pura se debe apuntar a la salud emocional. Esto significa no saturar y crear estrés al estudiante y familia.
“El Ministerio de Educación, me parece, ha respondido bien. En tres semanas se creó ‘Aprendo en Casa’ una plataforma bien diseñada. Eso ya es un logro. Demuestra que la crisis no nos ha cogido mal parados”, explica. Salas advierte que el problema es la conectividad. Falta infraestructura de telecomunicaciones para llegar a todos los rincones del país.
La educación a distancia se realiza en varias modalidades. La principal es la virtual a través de contenidos web disponibles en “Aprendo en Casa”. O también en plataformas de aulas virtuales que los colegios públicos y privados implementan. Después están la televisión y la radio.
Se pensaría que estos dos últimos son los más accesibles. Pero no. Hay noticias de niños escalando cerros con sus mochilas en busca señal.
En las ciudades con acceso a internet no todas las familias tienen una conexión o una computadora. Los equipos celulares no son ideales para el aprendizaje. El factor socioeconómico también influye. La exministra indica que los gobiernos regionales y el nacional deben enfocar sus esfuerzos para incrementar la infraestructura de telecomunicaciones con internet de banda ancha.
Retos propios Por su parte la docente universitaria Esperanza Medina señala que los maestros ponen de su parte. Sin embargo, falta que se familiaricen con el uso de las tecnologías virtuales: Aulas virtuales, subir vídeos a Youtube, clases por video llamadas, exposiciones compartidas, hasta un mensaje de voz por whatsapp para explicar una clase, son conceptos que muchos maestros no dominan al 100%. “Los padres no ven que en esa hora de clase virtual hay por detrás también un buen tiempo de preparación”, agrega Medina.
Por parte de los estudiantes el reto es no desconcentrarse. Medina explica que los estudiantes de años superiores son los que mejor se adaptan a la educación a distancia. Ellos ya conocen las tecnologías. La gran mayoría son “Nativos digitales”. “Tal vez el mayor reto está en los padres, sobre todo para aquellos que tienen hijos en inicial o los primeros años de primaria”, agrega la exministra Salas O’brien. Estos padres deben acompañar la educación de sus hijos. Conversar mucho con los maestros. Es decir, inmiscuirse pero no para criticar, sino para aportar a una mejor educación.
Aprendamos a adaptarnos Leon Trahtemberg Miembro del Consejo Nacional de Educación La pregunta esencial es: ¿qué significa “aprender” y cuánto de eso es cierto número de horas de clase en un colegio que cumple un currículo tradicional. Y qué significaría “aprender” en un sentido más amplio.
Me pregunto, ¿si acaso este año los alumnos no están aprendiendo mucho, pero de otra manera? Cuando, en el año 2021, los estudiantes regresen a las clases presenciales dispondrán de esas capacidades de adaptación y solvencia en el mundo virtual que les serán tanto o más relevantes para lo que sigue en el siglo XXI que las presenciales.
El contexto del aislamiento físico y social ha forzado a los profesores y estudiantes a adquirir una serie de habilidades que les permiten dar un salto cualitativo en las capacidades de aprender e interactuar en el mundo digital globalizado. Que no hubieran adquirido en condiciones normales en la escuela presencial convencional.
Por Roberth Orihuela Q. Fuente de la Información: https://larepublica.pe/sociedad/2020/05/24/los-retos-de-la-educacion-en-tiempos-de-pandemia-coronavirus-escolares-lrsd/