Fui allí invitada por unos proveedores, esta vez, no era yo quien pagaba (pero creo que el menú cuesta 15€), y la verdad es que me sorprendió encontrar semejante edificio en el centro de Barakaldo. ¿Todos eran así hace unos cuantos años? Pues chica, qué mal organización urbanística han hecho después. En fin, dejando de lado la arquitectura barakaldesa, me centro en mi ensalada, de verduras en tempura y foie. La verdad es que tenia muy buen sabor, el aliño era muy original, con algún cítrico en vez de vinagre, acompañado de las lechuguitas de nuestra amiga Florette, y unas verduras (zanahoria, pimiento y calabacín) con un ligero rebozado, que una pena que estuviese frio y hecho desde hace un buen rato. Me gustó encontrarme al fondo del plato unos gajos de pomelo, oye, una ensalada de lo más trabajada.
Para seguir, taco de solomillo a la plancha. Con las justas tonterías, unas patatas en lámina, y unos pimientos rojos, que no sabían a nada. Qué manía con los pimientos rojos, de verdad. Una que es medio riojana, estas cosas no las entiende: a ver, si vas a poner ese vegetal, al menos, compra uno en el super, mételo en el horno un rato, y pélalo tu mismo. Pero chico, de verdad los botes de pimientos que vienen de Perú, no molan. Menos mal que la carne estaba deliciosa, y en su punto, que sino...
Y aquí viene la razón por la que tengo que escribir el post ahora: resulta que la reunión era con unos compañeros que venían de una delegación en Francia, y con unos proveedores (ale, todos juntos pero no revueltos), así que pedimos de postre el roscón de reyes, por eso de hacer patria y explicarles nuestras costumbres. Pensad que tuvimos que retrasar la fecha de la reunión, ya que ninguno de ellos celebra el día de Reyes en sus países. Para mi gusto, demasiado sabor a naranja, y el chocolate...coñe, si le vas a poner sirope de ese de bote, de verdad, ahorratelo. ¡Qué manera de estropear el postre! Me gustó mucho la presentación y ese toque infantil con trozos de nube de gominola y de regaliz rojo y esa especie de ¿nata? ¿merengue? que adornaba el plato. No te fastidia, que me dice uno de mis compis francés, que el roscón ¡¡es como su brioche!! Este no se entera de nada, y sus papilas gustativas menos aún.
PALACIO LARREAwww.palaciolarreaberria.comC/Larrea, 7. Barakaldo.
Un sitio espectacular para ir a comer, o para hacer alguna celebración especial. Tienen varios salones (estuve cotilleando al ir al baño), y desde luego es entrar allí y trasladarte a otra época. La atención de las camareras fue perfecta, ni muy pesadas ni muy pasotas, dejando incluso margen mientras esperamos a uno de mis jefes, que se retrasó.Un menú del día de lo más elaborado, bien presentado y de calidad, pena que ciertos detalles, como que la tempura estuviese fría, igual que el chocolate, deslucieran un poco los platos. Y ni qué decir de esos pimientos horribles. Son pequeños detallitos que hacen que desluzca la comida.