Y resulta más interesante si cabe por la sencilla razón de que es un inglés quien lo escribe y nos muestra su visión extranjera ante esta tradición tan bella y repleta de significado. Porque yo creo en los Reyes Magos. ¿Y tú?
"Hay una costumbre en España y probablemente en otros países del sur, que puede ser un modelo en acción del instinto popular para la poesía. Corresponde a nuestra idea de Santa Claus que es, por supuesto, San Nicolás, en el norte el patrón de los niños y quien da los regalos en Navidad. En el sur esta función la llevan a cabo los Reyes Magos, y los regalos se dan en la Epifanía. En cierto sentido es más lógico, y quizá por eso es más común entre los latinos. Los Reyes Magos son quienes llevan regalos al Niño Dios y los traen a la vez a los niños humanos. Pero hay una conexión con un ejemplo excelente de cómo la gente que mantiene este instinto popular puede representar un poema.
Los reyes misteriosos llegan al final de la fiesta, lo cual, de nuevo, es eminentemente razonable. Es mejor que los juegos y bailes y dramas, que son fugitivos, lleguen primero y que los niños acaben con los regalos, o posesiones permanentes, al final. Pero también es la ocasión para un proceso místico y conmovedor para la imaginación. Se imagina uno que los Reyes se acercan más y más cada día; y si se tienen imágenes de estas figuras sagradas se mueven de un lugar a otro cada noche. Esto por si mismo es extrañamente emocionante, considerado como juego de niños o como meditación mística sobre los misterios del tiempo y del espacio. En la última noche de todas, cuando los viajeros por el tiempo deben llegar, los niños sacan agua y cosas verdes para los camellos o caballos de esa cabalgada sobrehumana del este. Incluso el toque de sacar agua, tan necesaria para los animales puramente orientales, basta para sugerir el alcance de la imaginación hasta los confines de la tierra."
~G.K. Chesterton: 'Poesía en Acción.' (1926)