¿Los ricos también lloran?

Publicado el 03 diciembre 2013 por Albilores @Otracorriente

Mientras los españoles se siguen preguntando si los recortes y los impuestos con los que nos sangra el gobierno están justificados o no -sorprendentemente todavía hay “gente de a pie”, españoles de clase baja o media, si es que aún queda clase media, que los defienden con la consabida canción de que cuanto más gane el empresario más trabajo para los que vivimos en España-, el gobierno electo para “repartir dolor”, como afirmó en su día el señor Gallardón, ante las lágrimas que derraman los más ricos, se afana por seguir quitándonos el oxígeno en favor de las grandes entidades a pesar de que las leyes ya están claramente de su lado.

Desde luego no es algo nuevo, los gobiernos anteriores los favorecieron igualmente, pero al menos no hicieron esta masacre en forma de recortes: no nos privaron de la educación, sanidad y diversos servicios públicos fundamentales para la supervivencia de la vida de una sociedad del siglo XXI. Para refrescarnos la memoria por si se nos había olvidado, el gobierno de Zapatero ya beneficiaba a los más ricos con grandes ventajas en el pago de sus impuestos junto con el apoyo de los partidos de la oposición (a los que parecía bien) y que Rajoy con sus “reformas” no ha querido ”modificar” pese al dinero que debe España, que no los españoles, más bien el que deben las entidades bancarias.

Así, en tiempos de crisis, curiosamente nos encontramos con datos que no van en consonancia con el discurso de austeridad de Rajoy y sus esbirros: las grandes fortunas española, pese a la mala, dicen, situación económica y la tormenta bursátil, cobraron una paga extra de casi 1600 millones de euros con la cosecha de los dividendos concedidos por las empresas del Ibex 35 durante 2010. ¿Cuánto pagaron a hacienda por esa cantidad? Si hacemos bien los cálculos y aplicamos la tributación correspondiente del tipo de sociedades, un 30 %, deberían haber desembolsado al erario público 475,31 millones de euros. Sin embargo, nos encontramos con que el Ministerio de hacienda recaudó de estas empresas unos impuestos de 334.31 millones.

Las grandes fortunas no cuentan con una nómina, sino que sus ganancias proceden de sus inversiones o sus propias empresas. Amancio Ortega, el dueño de Inditex, las hermanas Koplowitz, los Albertos, la familia March o la Del Pino son algunos de los afortunados a los que no les ha tocado la lotería y sin embargo han engordado sus bolsillos por las retribuciones económicas que han repartido las grandes compañías a sus accionistas con cargo al ejercicio 2010 y seguramente a 2011 y 2012.

Los dividendos se deben tributar como impuestos del ahorro en la declaración de la renta. Según la normativa, los primeros 1.500 euros que cualquier persona ingrese por el cobro de un dividendo están exentos de cualquier gravamen. Para los siguientes 6.000 euros se debe hacer una retención del 19%. Más allá de esa cifra la tributación asciende al 21%.

Con el fin de que las grandes fortunas aporten más a las arcas públicas, muchos expertos han sugerido elevar el gravamen del impuesto del ahorro. Es decir, pasar de ese 21% al 30% (que es el tipo de Sociedades), ya que esa subida afectaría a los más ricos y no a los pequeños inversores cosa a que nuestros (más bien suyos) gobiernos y políticos, claro está, se han negado.

Así que esa afirmación de que quien más gana es el que paga más impuestos, es cierta si tenemos en cuenta la cantidad total, no el porcentaje, al contrario de lo que pueden pensar muchos españoles.

Pero, aun así, aunque la tributación se hiciera conforme al 30 % estipulado sobre el impuesto de ahorro, la mayoría de los ricos no cobran a título personal esos dividendos, sino que esas ganancias se transfieren a unos vehículos de inversión conocidos como sicavs, cuya tributación es increiblemente del 1 %, un negocio perfecto. ¿Cuántos impuestos paga usted?