Es curiosa la Historia. Ese camino que recorremos desde el nacimiento de la palabra escrita hasta nuestros días pero desconocida en muchos detalles. Al menos desconocida, me atreveria a decir, en la parte que los escribas querian hacen esfuerzos por recordar .
Esta epoca apasionante pero clasista , endogamica y atona en la que vivimos esta llegando a su fin. Dos terremotos dentro de monolitico de la segunda mitad del S.XX y principios del XXI han sido sin duda los atentados de las Torres Gemelas y la crisis de deuda. Estos seismos no son mas que la punta del iceberg de la epoca que se avecina.
El estanque ha comenzado a moverse y todos sabemos que una vez tirada la primera piedra el movimiento se acumula rapidamente con las siguientes aunque sean pequeñas.
El dinero, que es lo primero sensible en esta epoca de mediocridad, comienza a respirar con los nuevos tiempos y a utilizar las tecnologías para no perderse de las manos que lo poseen. Las empresas o las gallinas que lo ponen explotan nuevos caminos de gestión que intentan gobernar las nuevas incertidumbres que azotan al mundo globalmente.
Sin embargo estos tímidos enfoques de nueva gestión en el tiempo y su normativa pesada de ensayos estocásticos e intervencionistas en los mercados de capitales, Solvencia y Basilea, no pueden controlar ni gobernar el barco en una tormenta como la que se avecina: deuda altisima con apenas disminución a nivel privado y público, paro creciente, caida de las rentas de la clase media en Europa y America del Norte a niveles de pobreza, masas de población en Asia y America del Sur con crecientes expectativas económicas y remuneraciones poco por encima de ese umbral en que la gente espera subsistir. Todo acompañado de una caida demográfica a escala mundial en 30 años que dara en un colapso junto con estos factores en la demanda como la conocemos (en Europa ya esta aqui).
¿Ante esos ciclopeos retos que tenemos? Una población superinformada y supercomunicada pero ignorante en muchos casos de los terribles riesgos a que se expone la civilización tal cual la conocemos. Una juventud eclipsada por las nuevas tecnologias y el exceso de información a su disposición que en muchos casos anula la voluntad o la convierte en inoperante.
Un fenómeno esencial en todo esto es la llamada aceleración de la historia.
El mundo actual se mueve en la velocidad de las comunicaciones y la creciente posibilidad de medir el estado de las cosas casi con inmediatez. Pero en todo hay una cara y una cruz. La cara es que esto permite una toma de decisiones rápida y a veces precisa, si sabe a donde se quiere ir y, se dispone de las herramientas con la informacion de calidad suficiente y bien calibradas. La cruz es que, la posibilidad del cambio instantaneo ,el no saber a donde ir y la mayor inutilidad de las acciones basandose en una informacion cambiante o rápida o erronea y sin contrastar, crea una serie de incertidumbres vitales que son, sin duda, una de las claves de los fracasos generacionales de nuestra epoca.
Hace unos meses leía un artículo de como los hackers acaban con las webs y los sistemas que consideran sus enemigos. No era cerrandolas el paso a la información o cortando sus comunicaciones sino con un método mucho mas sofisticado : un bombardeo incesante y nutrido de información. No hay mejor manera de colapsar una red , destruirla, que llenarla de información util o inutil, eso da igual. Recargarla con ella hasta su colapso. Y eso es lo que esta sucediendo a los cerebros de generaciones enteras de personas en el nuevo mundo de las telecomunicaciones y las redes virtuales.
Lo importante no es lo que sucede fisicamente o mecanicamente en el mundo. Lo importante es lo que se piensa de el a través de las redes o mejor dicho, a veces lo que no se piensa por estar metido en ellas y girar en un eterno tio vivo de posibilidades sin realización.
No soy ajeno a los nuevos tiempos. He llegado a pasar mucho tiempo con las redes sociales. Son una tremenda tentación. Te acercan a personas que por un lado nunca conocerías en tu vida tradicional, la cercana a ti. Es como un gran brazo que te da la posibilidad de atisbar mundos de personas y saberes nunca soñados. Pero detras de esa gran tentación tambien se esconde el terror del caos. Ese caos que surge al basarse en relaciones, hechos e informaciones que pueden no ser reales o cuya utilidad práctica es nula en la verdadera realizacion personal, tus logros.
¿Cual es límite? Hay dos elementos esenciales para evitar la dilución personal de masas enteras de personas:
- Nuestra autoestima. ¿No es la red una prolongación de nuestra necesidad de ser reconocidos por los demas y de elevarla a su grado mas alto? La consecuencia es el comportamiento fugaz y erratico de las personas con mas necesidad de saber quienes son y sentir el respaldo del grupo : los adolescentes.
La desaparición de nuevas generaciones enteras en este caos y la desubicación en el mundo de las anteriores es uno de los terribles retos a que se enfrentan las sociedades tecnológicas de nuestro tiempo.
- La fuerza y vigencia del sustrato de valores , moral y cultural, heredado y formado de abuelos, padres e hijos. Eso llamado en antropología endoculturación o proceso que hace heredar una cultura de padres a hijos es lo que mas se ha puesto en peligro con la circulación indiscriminada de información y las políticas cruzadas de corporaciones, gobiernos y agentes particulares en los medios de comunicación, las redes y la estetica. Los valores y en general todas las morales han quedado en entredicho. El conocimiento de toda clase de comportamientos ha arruinado la discriminación en su sentido positivo y por tanto el filtrado de lo que es bueno o malo. En suma de lo que se debe evitar o pelear por ello.El rumbo por tanto no es lo importante . "El como" se ha convertido en mas importante que "el que". La moda mas importante que el fondo. La satisfaccion a corto mas que el compromiso a largo con unos valores caducos o cambiantes. El matrimonio, las familias tradicionales de padre y madre, los roles familiares como la convivencia entre padres e hijos, la percepcion occidental de la eficiencia o la eficacia o del trabajo, de la ciencia y de la utilidad del conocimiento, todo ello se ha puesto en duda.
La formacion de una nueva moral y el control de los medios, es por tanto, critico para poder cambiar esta crisis de valores , esta quiebra sistemica. Y es sin duda en los clasicos donde podemos encontrar una fuente incomparable de ejemplo de lucha contra la ignorancia, antes producida por la falta de información y ahora sin embargo por el exceso.