El pasado sábado fui al mercado a traerme género. Mi paseo me reportó en el "Haber" estas tres piezas y en el "Debe" una cierta cantidad interesante, pero, bueno, más interesante es aquello inasible que me procura el susodicho género.
Esa misma noche le metí mano al libro de Mankell, Arenas movedizas, que es un libro tan lleno de vida que casi se puede tocar. No conozco el resto de su obra (sus novelas negras), pero este libro me ha despertado un severo interés. Pocas veces se encuentra uno con libros tan emocionantes y admirablemente honestos como este. Alguien al que ya le han gritado "¡Hora de irse!" y todavía, antes de recoger, tiene tiempo para dejarnos por escrito esta confesión de sus momentos de vida, esta gran lección, merece un respeto y un tiempo de atención. Un libro precioso.