Basilio, Efraim, Eugenio,
Agathodoro y Elpidio
Los escitas que vivían allí le pidieron una señal que confirmara la verdad del dios que proclamaba en su Evangelio. Así que lo invitaron a entrar en un horno de fuego ardiendo. Capito aceptó, pero antes de entrar declaró que Dios libraba a los que le amaban y servían, y que lo demostraría con él mismo. Hizo la señal de la cruz y entró por sí mismo en el horno. Al cabo de una hora lo sacaron y estaba ileso, logrando con este portento muchas conversiones a la verdadera fe. Al parecer fue uno de los padres conciliares en el I Concilio de Nicea en 325. Otra versión le pone naufragado en un viaje, y establecido en regiones de Grecia, donde evangelizó a los paganos. Como seguían adorando a los dioses, destruyó sus ídolos, a la par que levantaba un templo en honor de San Pedro. Fue capturado por los paganos y asesinado. Su memoria aparte de los otros obispos es a 22 de diciembre. Tal vez se trate de otro santo del mismo nombre.
Fuentes:
-“Welsh Classical Dictionary”. PETER BARTRUM . National Library of Wales, 1993.
-"Acta Sanctorum, Marzo. Tomo I".