«Los sauces» de Algernon Blackwood en El pájaro burlón

Publicado el 07 marzo 2017 por Hermidaeditores
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Aquí el arte y la sobriedad en su técnica alcanza su más alto grado de desarrollo, consiguiendo una impresión de perdurable intensidad sin un solo pasaje forzado o una nota falsa.H. P. Lovecraft, acerca de Los saucesBueno, después de la frase del genio de Providence, creo que ya está todo dicho y podemos irnos, ¿verdad? O quizá sea mejor que nos extendamos durante unos instantes en el habitualmente considerado mejor relato (o novela corta si lo prefieren) del legendario Algernon Blackwood (1869-1951), la cual acaba de publicar la editorial Hermida por primera vez de manera independiente en España.Nacido en Inglaterra, su vocación por las letras le llegó bastante tarde, después de varios periodos residiendo en Canadá y Estados Unidos efectuando labores de lo más diversas, hasta que retornó a su país de origen en el inicio del siglo XX. Se dice que fue miembro de la Golden Dawn y de otras sociedades esotéricas, y en una de ellas conoció al no menos célebre Artur Machen: quién sabe si ese encuentro fue decisivo para que se decidiera a convertirse en escritor. Aunque parece ser que no era algo que le quitara el sueño precisamente, y fue el encuentro casual con un amigo, Angus Hamilton, el que le llevó a presentar su primer libro de relatos, The Empty House and Other Ghost Stories (1906) a un editor. La compilación que publicó un año más tarde, The Listener and Other Stories incluía ya Los sauces. El prestigio que fue poco a poco atesorando se convirtió también en un éxito de ventas con la tercera entrega de historias cortas, ahora protagonizada por un único personaje: John Silence, Physician Extraordinary (“John Silence, investigador de lo oculto”, publicado por Valdemar en Diciembre de 2002), que como su propio nombre indica narraba las andanzas de una suerte de Sherlock Holmes del mundo sobrenatural. Se estima que escribió un total de 150 relatos, 8 novelas, un par de obras autobiográficas y algunas piezas teatrales. En los últimos años de su vida su popularidad se vio resucitada debido a sus apariciones en la televisión británica, donde hizo las veces de comentarista experto de fenómenos paranormales.Cuando el alma de objetos comunes como éstos se carga con la sugerencia del horror, estimulan la imaginación más poderosamente que otros de apariencia inusual; y aquellos arbustos de sauce, apretándose a nuestro alrededor, revistieron para mí la extraña y grotesca apariencia de criaturas vivientes con voluntad propia. Sentí que la misma familiaridad enmascaraba algo maligno que era hostil a nuestra presencia.(“Los sauces”, p.69 de la presente edición)La experiencia acumulada a lo largo de muchos viajes (Blackwood fue un incansable trotamundos), su sentido amor por la naturaleza y una sensibilidad especial a la hora de enfocar el horror se funden de forma magistral en Los sauces. En la narración, dos amigos recorren el Danubio en canoa, hasta que llegan a un punto absolutamente aislado de la civilización, una zona empantanada llena de islotes de corta vida debido al flujo del río, todo ello rodeado de la inquietante y cada vez más agobiante presencia de sauces. Lo que en teoría debería ser una corta acampada se va haciendo cada vez más larga y peligrosa debido a extraños “incidentes” que estropean sus remos o su barca. A su vez, la presencia de algo, indescriptible, que hace su aparición en formas diferentes como pueden ser un zumbido, una presión en el pecho o sonidos de pisadas empieza a crispar cada vez más los nervios de los dos atribulados protagonistas.Algo vive en el remoto páramo, y el amigo sueco del protagonista llegará a dar con una explicación: no una concreta, sino basada en sensaciones. Esta explicación (que obviamente no vamos a dar aquí) probablemente fue cautivadora para el propio Lovecraft, ya que está en bastante concordancia con su manera de entender el terror en la literatura y Blackwood era uno de los autores que más admiraba: no sin ciertos reparos, como queda bien claro en los Textos extraídos de su correspondencia que son un excelente bonus a la presente edición y que se incluyen a modo de presentación de la novelette. Se trata de una resolución magistral, tremendamente inquietante, que hace sentir los pelos como escarpias al palpar como se va diluyendo la fina gasa que separa dos realidades. Aquello que se percibe y no puede ser visto, ya que no es interpretable por las limitadas capacidades humanas, que tan solo alcanzan a, como mucho, intuirlo.Los sauces es una obra maestra de la ambientación y del terror, de enorme influencia ya no solo a posteriores escritores como el recitado Lovecraft si no que puede notarse en obras cinematográficas tan aparentemente opuestas como puedan ser El proyecto de la bruja de Blair (1999) o Anticristo (2009) de Lars Von Trier: la existencia que habita en terrenos salvajes, ignorados o no conquistados por el hombre, que respira desde antes de que éste pusiera los pies sobre la Tierra, y que a buen seguro no tolera con buenos ojos su presencia…Javier J. Valencia