Los seis se criaron juntos. Se conocían desde la infancia cuando aún eran lindas florecillas ingenuas, que no sabían lo que era la vida real.
Eran vecinos. Unos vivían arriba y otros abajo pero todos bailaban de la misma forma bajo la lluvia. A Los seis les encantaba la lluvia…
Fueron creciendo y haciéndose más grandes, todos a la vez. Incluso cambiaron de color simultáneamente.
Su vida era sencilla. Largos días al sol, madurando…
Nadie sabe qué es lo que se llevó a Los seis pero ya no están con nosotros. Los que viven en el mismo lugar, aseguran que una figura con un aspecto aterrador de ser humano, apareció de repente, con unas tijeras que todos coinciden que eran enormes. Relatan que tras observarlos a todos, el ser humano se decidió por Los seis.
Con las tijeras, los cortó del tallo principal mientras con una voz aterradora bramaba: “ Yupi ! Tenemos seis tomates maduros ! ”
Vivimos aterrorizadas. No sabemos quién serán la próxima víctima…”
Testimonio de una Guindilla Vasca que presenció la desaparición de los seis.