Lo primero que tengo que decir respecto a este libro son dos palabras: Mitología Griega. ¿Alguna vez te ha sucedido que leyendo o estudiando acerca de los griegos y sus divinidades terminas confundiendo las cosas, sin saber que paso primero y que vino después, sin saber quién es Dios de que, y más aún, por qué parecen actuar bajo caprichos circunstanciales en medio de un devenir de acontecimientos sin sentido alguno para los mortales?Si eres de los que ha decidido mejor desechar a los griegos para ahorrarte la molestia de tener que ordenar y adecuar mil y un mitos para que las cosas empiecen a tener algo de sentido, este libro es para ti. Javier Negrete presenta una cosmogonía ordenada, coherente y ante todo interesante, todo esto en forma de novela, que no pierde merito alguno en cuanto a la disposición del relato, es decir que la historia es genial.Lógicamente para lograr lo anterior, es necesario hacer un collage de mitos, vale decir que algunos quedaran fuera o despedazados… ¿no te agrada la idea de pasar de LA MITOLOGIA a la mitología de un autor? Pues no hay problema, por si fuera poco el señor Negrete, tal como el explica “Ha dejado abierta la puerta de la cocina donde se guisan los libros”. Allí es posible encontrar referencias acerca de que ha inspirado la creación de tal o cual acontecimiento o personaje, dejando paso libre para quienes prefieran la mitología nacida de fuentes clásicas.En la novela podemos encontrarnos con personajes de carácter muy bien definido, e incluso damos chapuzones dentro las tragedias personales que vive cada quien dándonos un aceptable reflejo de la psicología de cada personaje. Por otra parte la coherencia del relato sorprende, considerando que, salvo algunas excepciones, los personajes hacen uso de todos los recursos a su alcance y no terminaremos sorprendidos por una inverosímil explicación de cómo es que algún personaje termina logrando hacer lo que de principio se dijo que nunca podría hacer.También debo decir que en cuanto al lenguaje utilizado en el relato, es preciso, realmente hace sentir a uno que está en la época griega, con todos los elementos necesarios para dar a la historia la solemnidad que merece, y eso, meritorio para mi gusto poco refinado, sin convertir el relato en una verborreica vorágine de palabras que hacen perder el norte de la historia.Lo único que tengo para criticarle a esta obra es el segundo epilogo “epilogo detrás del espejo”, el cual en primer lugar veo totalmente innecesario, y en segundo lugar totalmente artificial, fuera del sentido de coherencia que la historia mantuvo hasta entonces. Por último debo decir que el segundo epilogo también es un cambio muy brusco en el panorama de la historia que deja un mal sabor de boca, aconsejo omitirlo en la lectura.
Nota final: 8/10 Yo aconsejo: Léelo, este libro realmente merece tú tiempo.