¿Qué es el sentimiento de culpa? Quizás piense que es una molesta sensación de que el Señor le va castigar, o un sentimiento de aislamiento por una oscura nube de remordimiento. Obviamente, hay diferentes maneras de enfrentar la culpa; determinar exactamente lo que es, nos permitirá avanzar en el camino hacia la madurez espiritual.
Cuando nuestra conducta contradice la guía del Espíritu de Dios que habita en nosotros, sentimos culpa. Dicho de otra manera, esta respuesta emocional revela que nos hacemos responsables por haber hecho algo malo, ya sea con un pensamiento, una acción, una palabra imprudente, o algo más.
Aunque es bueno tener esta alarma interior, tenemos que evitar la tendencia a sumergirnos en la vergüenza.
A veces, nos portamos tan mal que somos vencidos del todo por el remordimiento, y nos negamos a dejar que las olas del pesar pasen de largo. Podemos autocastigarnos caminando en esas agitadas aguas durante un tiempo.
Cuando lleguen esos momentos, debemos recordar que Jesucristo pagó la deuda por todos nuestros pecados. Esto significa que Él ya pagó el precio de nuestras faltas, y que hemos sido declarados “inocentes”. Nuestro pecado yace muerto en la cruz, lo mismo que nuestra culpa. Aunque debemos siempre asumir la responsabilidad de nuestras acciones, tenemos la libertad de hacerlo sin la carga de sentimientos de culpa.
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