Como buen argentino hincha de Colombia y de Pekerman tengo grandes dificultades para conciliar el sueño, razón por la que hace desde el 4 o 5 de abril que no duermo esperando este día. He soñado despierto con Colombia en semifinales, con Riquelme y la 8 celestiblanca dando un pase a Messi en la final, con Tévez aguantando la pelota contra los bosnios, en fin. Salvo lo de Colombia en semis, nada de lo otro sucederá, a menos que ocurriera un milagro antes del 2 de junio.
Se confirmaron los preseleccionados de ambas selecciones, no hay nada de qué sorprenderse. Sabella eligió un par de buenos jugadores, y otros que al menos no tienen el nivel que se espera para estar en la selección ni lo han tenido antes. Mientras que ignoró a dos o tres que evidentemente no están en la selección por razones misteriosas que nadie entiende.
Pekerman tiene menos para elegir y, pudiendo ser discutibles algunos nombres, la diferencia entre los que están y los que no están no es tan grande como la que se evidencia en la selección argentina.