Los Shakers: uruguayos campeones

Publicado el 16 septiembre 2011 por Tucho

“Los Shakers were a popular rock band in 1960s and was a part of the Uruguayan Invasion (!) in Latin America”.(Wikipedia en inglés, tenía que destacar lo de Uruguayan Invasion).
***
Simple y harto repetido: he aquí el disco de Los Shakers más conocido como el Sgt. Pepper’s... del Río de la Plata. No me siento muy inspirado para escribir, pero alcanza con escuchar las canciones de estos genios uruguayos. Habría que averiguar qué le pone al mate esta gente para ser así de talentosa. El 63,4% de los yoruguas tiene habilidades, lo sé (?). Sino no se explica que, ubicados geográficamente entre dos países de inmenso territorio y superior población, los amigos celestes lejos de palidecer siempre estén ahí, molestándonos a nosotros, tan lindos, los argentinos y los brasucas, los que pensamos que tenemos a los mejores músicos, los mejores futbolistas, los mejores culos, los mejores paisajes, la mejor alegría, la mejor nostalgia... La élite sudamericana, bah. Y no, se nos aparece esta republiqueta -como dice el Indio- de tres millones de habitantes, y te pela un Suárez y un Forlán que no los para ninguna defensa (ni Zaira Nara) del mundo, y unas músicas con ritmo y polenta, y una Natalias Oreiros perfectas. Y unos músicos que casi no cantan pero hablan genial, siempre con la misma cara de paz y el relajo de Jaime Roos, o Drexler, o Mateo, o póngale el nombre que desee y que más le guste. Y encima, tienen el coraje, la valentía, la desgraciada caradurez de ponerle a sus hijos nombres geniales como Washington Sebastián, o mejor aún, Egidio, sólo por seleccionar dos ejemplos.
En fin, enumerar las bondades del Uruguay no era el punto (y además, llevaría mucho más tiempo si me propusiera hacerlo seriamente), la idea era hablar de los Shakers aunque hace un buen tiempo vengo pensando en un súper post de Uruguay con Rada, Roos, Prada, los Fattoruso, Eli-U (la hija de ese mito cada vez más grande llamado el Príncipe Pena) y varios talentos más que se me van (de Wolf y el Cuarteto escribí un tiempo atrás). Pero eso será otro día.Decía, los Shakers. Vamos que llegamos. Los hermanos Fattoruso, la primera gran sociedad compositiva en el rock rioplatense, quizá, o genios universales, o ese tipo de gente que se decide a hacer algo y cuando lo lleva a cabo supera a todos sus colegas-competidores con una facilidad pasmosa, Los Fattoruso Hugo y Osvaldo (sumemos para llegar a 4 a Pelín Capobianco, el bajista y Caio Vila, el de los parches). Fueron cuatro de tantos pibes que enloquecieron con la música de los Beatles allá en los ’60 y no tuvieron mejor idea que armar una bandita, tocar algunos temas de sus ídolos y también, ser autores, para así componer algunos temas que terminarían siendo hits, principalmente en los tres países que nombré más arriba: Brasil, Argentina (donde grababan y tocaban con más frecuencia) y su tierra natal.

Los tipos grabaron tan solo tres discos de estudio en aquellos flequilludos años, pero les bastó para meterse en la historia grande del pop sudaca. Los primeros dos álbumes, el homónimo de 1964 y For you, del ’66, los muestran en una faceta bien clásica del afamado beat. Digamos, para resumir injustamente, los Beatles de la primera época. Que por aquellos días los grupos de la región cantasen el estilo en inglés era algo normal, pero ellos sorprendían porque lo hacían muy, muy bien (además de afinado, más que bien pronunciado). Algún desprevenido -creo recordar que era León Gieco- llegó al extremo de creerse que los cuatro de Montevideo eran los cuatro de Liverpool.
Para la época en que comenzaron a cranear el que sería su último álbum hasta la reunión de 2005, las cosas estaban cambiando en el beat sudamericano. Los Gatos ya la habían pegado con La balsa y se había instaurado un nuevo paradigma: a partir de ahora la música de los jóvenes se cantaba en castellano. Pero Los Shakers conservaron el idioma foráneo (fundamental en sus formas) e inspirados indudablemente en aquél disco en que John, Paul, George & Ringo jugaron a ser otros, se embarcaron en La Conferencia Secreta…

La Conferencia comienza con una mini suite, y revela algunas canciones que de haber sido compuestas por Roger McGuinn o Graham Nash serían clásicos de la era hippie (Una forma de arco iris o, exagerando un poco, la mejor canción en inglés de un grupo surgido en un país de habla hispana), para tomar vuelo hacia el final con Señor Carretera el encantado y Más largo que el Ciruela (compuesta para el hijo de Hugo). La anécdota asevera que Pelín se bajó del barco durante la grabación del disco, por lo que debieron completar la obra con dos temas (Siempre tú, qué suerte que la incluyeron, y Oh mi amigo) que habían grabado el año anterior. Así, con el grupo desmoronándose, La Conferencia Secreta del Toto’s Bar fue un estrepitoso fracaso comercial, de esos a los que el tiempo les da la razón muchos años después.
Ahora, retrocedamos... ¿Cómo es aquello de que “jugaron a ser otros” estos cuatro pibes uruguayos que cantaban en inglés en el año ’68? Visto cuarenta y pico de años después, parece sencillo notarlo: a su música universal, le añadieron esos tintes locales que ya habían insinuado tímidamente en For you, titularon Candombe a una bella canción que se cruza con el repique de ese género, dando muestras de madurez compositiva con sólo 20 años; hablaron del Toto’s Bar, algo así como el lugar fundacional del rock de la Suiza del Sur. Y colaron un bandoneón (cortesía de Pelín antes de partir) en esa perfecta canción modelo ’67 que ya nombré más arriba, intitulada Más largo que el Ciruela: nada más y nada menos que el cierre ideal para un álbum de colección. Sofisticada melodía, mejores arreglos.

Entonces, ¿cómo jugaron a ser otros estos Shakers? Demostrando su identidad, su lugar: uruguayos con talento, melodía y voz propia. ¡Uruguayos campeones!