Los showrunners de las series de TV (1)

Publicado el 27 abril 2010 por Nestor74
Las series de televisión norteamericanas estan viviendo un momento de gran efervescencia. Hay quien sostiene que en este momento hay mucha más creatividad, innovación, y calidad en el mercado televisivo que en el cinematográfico. Sea como sea, lo que está claro es que las series han obtenido un gran éxito en los últimos años gracias también al hecho de su enorme diversidad con proyectos que tratan géneros muy diferentes y que son capaces, por tanto, de atraer a todos los sectores del público. Tanto el espectador más exigente como el que busca preferentemente la evasión encuentran sus series en el vasto espectro televisivo actual.
Pero si analizamos con mayor detenimiento el funcionamiento y estructura de un proyecto televisivo, constatamos que, en este negocio, gran parte del éxito o fracaso de una serie se debe a los máximos responsables del mismo. Son los productores ejecutivos o showrunners los que, con su gestión, consiguen afianzar una serie o remontarla cambiando elementos cuando ésta no marcha bien en los índices de audiencia.
La labor de un showrunner lo cubre todo: selección de actores, decisiones de cambios en el reparto, coordinación de los equipos de guionistas y directores, decisiones finales sobre el rumbo argumental de la serie, contacto constante con los ejecutivos de la cadena respectiva, etc...
En ocasiones también son guionistas o directores de episodios, pero generalmente su función es más la de supervisar que la del día a día. De hecho, en muchas ocasiones, ellos son los que han tenido la idea general de la serie, han sido sus creadores desde la nada, y cuando ya han conseguido colocar su producto y lanzarlo, se dedican a supervisar que siga por el rumbo que ellos consideran correcto.
Interesado como estoy en las fórmulas y dinámicas de gestión de la industria televisiva actual, hace tiempo que decidí investigar en las trayectorias de los showrunners de algunas de las series más importantes del presente panorama.
Carlton Cuse y Damon Lindelof (Lost)

Lost es la serie más influyente y atractiva de cuantas han aparecido en los últimos años. Y ello se debe al brainstorming que surgió entre JJ Abrams (creador de grandes éxitos televisivos), y los guionistas Carlton Cuse y Damon Lindelof. El resultado fue un argumento general o "biblia" (según la terminología del medio) que abarcaba varias temporadas y que tenía previsto ofrecer una serie de elementos nunca vistos hasta ahora.
El capítulo piloto de Lost, dirigido por el propio Abrams, fue el más caro de la historia de la televisión hasta aquel momento. Y los resultados no se hicieron esperar. La serie se convirtió en un éxito de audiencia y, año tras año, fue aumentando su dimensión de fenómeno social, a medida que se iba haciendo más global.
Cuando la serie ya estaba afianzada, JJ Abrams dejó su implicación directa (aunque se mantuvo como co-productor), otorgando las riendas de la dirección creativa al tándem Cuse & Lindelof. Un par de guionistas que no habían tenido demasiada suerte en sus trabajos anteriores pero que hallaron en Lost el vehículo idoneo para soltar su creatividad y expandir la serie hasta cotas de popularidad cada vez mayores. Hace tres años, decidieron finalizar la serie en seis temporadas, y fueron estructurando las tramas para llegar a la conclusión final que llegará a las pequeñas pantallas el 23 de mayo.
Damon Lindelof ha aprovechado al máximo su éxito en Lost para dar el salto al cine. Ya colaboró con JJ Abrams en el reciente Star Trek y ahora está escribiendo con Alex Kurtzman y Roberto Orci (de los que hablaré después) la esperada secuela. También ha colaborado con estos mismos guionistas en Cowboys & Aliens, un film destinado a ser un blockbuster en el verano de 2011, que va a dirigir Jon Favreau (Iron Man) con Harrison Ford, Daniel Craig, y Olivia Wilde en los papeles principales.
David Shore (House M.D.)


Un abogado que decide convertirse en guionista. Éste es David Shore, un canadiense que desembarcó en Los Angeles para asesorar a guionistas de series sobre tramas judiciales, hasta que un buen día le fue ofrecida la posibilidad de escribir él mismo los libretos. Así lo hizo en varios proyectos destacando su participación en NYPD Blue. Pero en 2003, el también guionista y productor Paul Attanasio le traslada una nueva posibilidad. Le plantea un proyecto en el que se siga la dinámica de la investigación pero desde la perspectiva médica. Esta idea le sugiere a Shore la posibilidad de crear un personaje parecido a Sherlock Holmes en la medicina. Y de su inspiración nace el doctor Gregory House. En la NBC no lo ven claro y pasan del proyecto (decisión que lamentaran eternamente sus ejecutivos) llegando a FOX, una cadena que ha sabido capitalizar el éxito que, desde el primer momento, ha tenido la serie convirtiéndola en el buque insignia de su parrilla. Hugh Laurie ha ascendido a los altares con su excelente interpretación de House y el show, tras seis temporadas, sigue teniendo cuerda para rato porque el impulso creativo de David Shore no cesa.

JJ Abrams, Alex Kurtzman, y Roberto Orci (Fringe)


Antes he hablado de JJ Abrams y su implicación el origen de Lost. Pues bien, fueron dos los motivos por los cuales decidió dejar sus tareas creativas en la serie de la ABC: en primer lugar, desembarcar en la dirección cinematográfica (gracias a Tom Cruise debutó en la gran pantalla con MI3) y, posteriormente, sacar adelante un nuevo proyecto televisivo en el que llevaba tiempo trabajando junto a sus colaboradores habituales: Alex Kurtzman y Roberto Orci (con los que ha trabajado en Alias, Misión Imposible 3, Star Trek...).

La nueva serie, titulada Fringe, fue definida por sus creadores como una mezcla entre Expediente X y la Dimensión Desconocida (la serie preferida de Abrams desde siempre). FOX aceptó el reto y la financió. El resultado es uno de los shows más interesantes y atrayentes del panorama actual. La calidad de las tramas argumentales va en aumento y su complejidad es su mayor aliciente. Con un reparto en el que destaca con luz propia el veterano actor australiano John Noble, en el papel del excéntrico a la par que brillante Walter Bishop, Fringe es una serie apasionante que, sin embargo, está descendiendo en sus índices de audiencia a medida en que aumenta su calidad. Sin duda, es un caso digno de estudio, aunque lo positivo del hecho que JJ Abrams esté detrás, es que es una garantía de estabilidad. La cadena nunca se atreverá a cancelar una serie suya que esté argumentalmente a medias. Si los índices no repuntan, los creadores acortaran su duración en número de temporadas pero nunca la acabaran abruptamente.