En unos años más, Chile habrá alcanzado un ingreso promedio por habitante cercano a los 20 mil dólares: ¿nos convertirá eso en un país desarrollado? Es importante no confundir desarrollo con crecimiento económico y comprender que la evidencia internacional demuestra que cuando se llega a esa cota de ingreso por habitante, la clave para lograr mayor bienestar para la población es mejorar la distribución del ingreso más que el crecimiento de la economía.
Es necesario definir hoy qué tipo de sociedad queremos construir en Chile durante los próximos veinte años, y abordar ahora, los cambios necesarios para sentar las bases de ese futuro. Esa tarea nadie la hará por nosotros.
Debemos dar un salto cualitativo y de largo plazo, definiendo políticas de Estado en un conjunto de materias. Hoy, los dirigentes y políticos no pueden hacerlo solos. Hay que abrirse a la ciudadanía. La sociedad tiene que ser convocada y escuchada para acordar, más allá de las diferencias políticas, un conjunto de temas que expresan los grandes desafíos del futuro.
Es el momento de cambiar de mirada. Chile tendrá que enfrentar al menos siete desafíos en los próximos veinte años, y para ello requiere de la suma de todos y de una ética social que sea la base de un gran pacto fiscal que sea capaz de disminuir las desigualdades generadas por el mercado.
Este es el documento que ha presentado hoy el ex presidente Ricardo Lagos Escobar, y que cuelgo a continuación:
Ricardo Lagos: Chile 2030Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización