Los silencios del mármol

Publicado el 11 junio 2010 por Icíar

Escritor: Juan Adriansens
La Capilla de San Severo. Una joya del sur de Italia. Esta capilla de estilo barroco del siglo XVIII, que en realidad es una capilla funeraria de la familia di Sangro, contiene una llamativa y curiosa colección de estatuas de mármol que llaman la atención por la perfección con la que están hechas, y el difícil efecto conseguido a pesar de estar hechas en mármol. Se dice que D. Raimundo di Sangro alteró este material, para hacerlo más blando, y así poder conseguir esos efectos.
Bueno, pues Juan Adriansens, pintor y contertulio de programas de radio y televisión, poseedor de una gran conocimiento, no sólo de Historia, sino también de la historia del arte y sus técnicas, nos trae con esta novela de ficción, una especie de thriller, ambientada en este Nápoles y alrededores, y basado en una leyenda turbia que se cuenta a propósito de una de las estatuas de la capilla: el cristo velado.
Para ello, los personajes que fueron reales en el siglo XVIII, y siempre recurriendo a la leyenda no real, vuelven a reaparecer en el siglo XXI. Se va desentrañando la trama, donde pasado y presente se mezclan.
No he podido soportar el libro. Lo he intentado, pero no lo he podido soportar. Me ha parecido bastante malo.
La espera por conocer los datos históricos y la explicación de la belleza de esta parte de Italia a través del conocimiento de los lugares e Historia que Juan Adriansens puede contarnos, finalmente no ha compensado la fealdad por una trama previsible; lo insulso de los diálogos, que parecen monotemáticos; la superficialidad de los personajes; el demasiado repetitivo morbo sin morbo; el excesivo lenguaje soez para mi gusto; y otra vez, la superficialidad en el trato de las relaciones de poder que se manisfiestan en la sociedad y en el sexo, como esas relaciones siervo-amo sadomasoquistas, que son tratadas con una falsa profundidad. No critico que existan en el libro, pues tiene su sentido, al tratar de rescatar lo que en una época existió entre algunos de los supuestos aristócratas refinados. De hecho, se dice que este Raimundo di Sangro, fue contemporáneo y amigo del Marqués de Sade.
Cerré el libro, cuando llevaba 275 páginas, y ya no lo he vuelto abrir, faltan pues por leer 178 páginas. Ya me diréis vosotros cómo acaba. Puedo esperar.
Como todo no es malo, y sigo disfrutando escuchando a Juan Adriansens una barbaridad, me despido con una curiosidad que nos cuenta en el libro y a mí me hizo mucha gracia:
La palabra guapo, en el sentido en que se usa en España, es diferente al sentido en que es usado en Nápoles. “En Nápoles se usa en su viejo significado: el de hombre valiente, aunque también jactancioso y camorrista”. Por eso, ahora os explicaréis porqué en España se usa la siguiente expresión “a ver quién es el guapo que se atreve a esto o a lo otro”
Dejo aquí una entrevista que le hicieron a Juan Adriansens, a propósito del libro, y no decidme que no es un placer escucharle:

Y de todos modos, gracias a este libro no nos engañemos, he conocido Nápoles y sus alrededores, como la costa almafitana con sus limones metidos entre las rocas, y otras curiosidades que este artista nos cuenta, y que ya figura en mi deseada agenda de posibles viajes si el tiempo y el dinero me lo permite algún día, ¡claro!.