Revista Salud y Bienestar

Los síntomas psicóticos son los trastornos mentales que más se asocian a los delitos‏

Por Fat

La relación entre enfermedad mental y Derecho Penal es estrecha pero, en la mayoría de los casos, una gran desconocida. Esta es la razón por la que los organizadores del III Congreso de la Asociación de Psiquiatría de Córdoba decidieron que, la edición de este año (que se celebra el 25 y 26 de noviembre), centrara sus contenidos en dar a conocer la relación entre la Psiquiatría y la Ley Penal. “Por primera vez vamos a reunir a especialistas en psiquiatría y expertos en Derecho Penal para analizar un mismo delito bajo ambas vertientes”, explica el Dr. Francisco González Carmona, presidente de la Asociación de Psiquiatría de Córdoba y del comité organizador del congreso, que cuenta con el apoyo de AstraZeneca.
Las patologías mentales que, con más frecuencia, se asocian a crímenes en España son los trastornos depresivos mayores con síntomas psicóticos y los trastornos delirantes. Además, la drogadicción se relaciona en un alto porcentaje con delitos, pero en este caso no suelen ser mucho más graves que el robo para ir consiguiendo cada día la dosis necesaria para mantener la adicción.
Y es que, el hecho de que quien cometa un delito sea una persona con una patología psiquiátrica, se debe tener en cuenta a la hora del juicio. “Ante un crimen y tras una peritación experta, se puede aducir, psiquiátricamente, que una persona tiene un trastorno mental, para que el juez decida si, entonces, declara inimputable al procesado, si no lo hace, o si aplica una reducción a la condena impuesta”, concreta el Dr. González Carmona. La psiquiatría ha evolucionado de tal forma que ha influido en los conceptos jurídicos. Sin embargo, los especialistas consideran que todavía hay trabajo por hacer. “Por eso –explica el presidente del comité organizador- en esta jornada intentamos que los juristas y la Ley Penal realicen un esfuerzo para adaptarse a los actuales conceptos psiquiatricos de nuestro mundo occidental y a los conocimientos psiquiátricos que tenemos.


-Análisis de los principales problemas psiquiátricos y los delitos asociados a ellos
El programa de estas jornadas contempla cuatro grandes núcleos. Uno de ellos, son los trastornos depresivos, como un homicidio compasivo. “En este caso hablamos por ejemplo de aquellos casos en los que un padre o una madre quieren tanto a sus hijos que consideran que lo mejor que pueden hacer es matarlos y evitarles el sufrimiento de una terrible existencia en el tenebroso mundo que les ha tocado vivir, que es como los depresivos ven el mundo”. Un segundo grupo de trastornos tiene que ver con la drogadicción y con los crímenes que pueden llegar a cometer aquellas personas que presentan una dependencia grave a ciertas sustancias y delinquen para conseguir mantener su adicción.
El tercero de los temas que se abordarán en las jornadas es el de las parafilias y, en concreto, el análisis de la pederastía. Y, por último, los trastornos psicóticos delirantes como, por ejemplo, “pudiera ser el delito que comete una persona que, por sus delirios, interpreta mal una realidad y, a partir de esa mala interpretación, construye su realidad. Podría ser el caso de alguien que se siente perseguido y amenazado y está convencido de que quieren matarle por lo que, en consecuencia, hará todo lo que sea para defenderse”, explica el Dr. González Carmona.
Pero ¿y cómo se juzga a estas personas en estos casos? El proceso judicial de los enfermos psiquiátricos o de quienes se considere que podrían serlo, precisa de una peritación psiquiátrica que determinará si el delito se ha producido como consecuencia de algún tipo de trastorno mental en caso de que no se hubiera diagnosticado antes del crimen o bien confirmará la presencia de dicho trastorno en quienes eran ya pacientes diagnosticados. “Con la información que facilitamos los psiquiatras sobre el estado mental del procesado, y que no es vinculante, el juez declarará al enfermo psiquiátrico inimputable total o parcialmente o imputable y, por lo tanto, lo condenará”.
En el caso de que, finalmente, el juez o el tribunal popular declaren inimputable a la persona que ha cometido el crimen, pueden pasar dos cosas: una, que ante un delito grave el procesado sea enviado a una penitenciaría psiquiátrica y que cumpla allí la pena impuesta, o dos, en los casos menos graves, que el juez sentencie a esa persona a seguir un tratamiento psiquiátrico permanente y controlado mensualmente por un psiquiatra que, además, compruebe que esté tomando la medicación correspondiente.


-Importancia del tratamiento y del cumplimiento terapéutico
Como en todas las patologías, “la medicina que no se toma, no funciona”. Así explica el Dr. González Carmona, la importancia de que las personas con enfermedades mentales reciban un tratamiento que minimice los síntomas y les ayude a controlar su patología. De hecho, está comprobado que el tratamiento mantiene a raya los síntomas de los trastornos mentales en cerca de un 90% de los casos.
Sin embargo, son muchos los pacientes que consideran que la medicación no les ayuda, que quieren evitar problemas secundarios o que consideran que al encontrarse mejor y tener menos síntomas, pueden abandonar el tratamiento. “Y ahí está el error. Está confirmado que las personas con alguna enfermedad psiquiátrica que delinquen lo hacen, bien porque no están diagnosticadas y no tienen un tratamiento establecido, o bien porque, aun teniéndolo, no lo cumplen”. Por ello, el Dr. González Carmona, concluye con una reflexión: “es complicado controlar en estos pacientes el cumplimiento terapéutico únicamente en la consulta, por lo que la Ley debería contemplar la posibilidad de que las sentencias obliguen a los imputados a su cumplimiento y, en caso de que no se haga, se contemple el envío a prisión como medida disuasoria para que esta persona realice correctamente el tratamiento”.


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