Los socialistas encomendados a la resurrección de los “vietcongs”

Publicado el 17 mayo 2011 por Jackdaniels

Al electorado del PSOE de Sevilla le está costando la misma vida movilizarse como otras veces en estas municipales. A pesar del optimismo a prueba de bombas que tratan de infundir sus líderes en cada intervención y del razonamiento categórico, más bien una prueba de fe, de que van a ser capaces de dar la vuelta a las encuestas, lo cierto es que incluso en la asistencia a los mítines se está notando. No se están abarrotando como otras veces y cada vez conviven más con la celebración de protestas de diferentes colectivos que asisten para reivindicarse.

La ya famosa teoría de los mil votos que esgrimió el otro día Juan Espadas, candidato a la alcaldía de Sevilla, se torna cada vez más imposible de llevar a la práctica. El desencanto es grande y se hace notar en las calles, especialmente en el puerta a puerta. El cara a cara con la ciudadanía se está convirtiendo en un amargo trago para muchos militantes.

-Hay barrios donde la gente casi no nos deja ni acercarnos.- me comentaba ayer uno de esos cuatro mil militantes que se patean las calles a diario, intentando motivar a los ciudadanos para que acudan a votar.

-Es mi primera campaña, -me decía otro- pero la gente más veterana me cuenta que no es como otras veces. Que va a costar.-

Me contaba el otro día un veterano dirigente socialista que estos comicios no se salvan a no ser por el “efecto vietcong”. Durante su participación en las negociaciones de un pacto a nivel regional con otro partido, el dirigente adversario que tenía que negociar con él las condiciones del acuerdo le refirió que en su circunscripción electoral siempre ocurría lo mismo. El electorado afín al PSOE aguantaba camuflado en el entorno todos los chaparrones habidos y por haber, como los vietcongs durante la guerra de Vietnam, y que, cuando llegaba el día de las votaciones, salían en tromba a dar la cara y a derrotar al enemigo en las trincheras de las urnas. Era un comportamiento invariable que se cumplía con la rigurosidad de un axioma en cada cita electoral.

Y no debe de andar muy descaminado su pronóstico, porque hasta Zapatero en su intervención de ayer en Pino Montano lo dejó caer bien clarito.

-¿Pero es que vais a dejar que esta derecha gobierne en la tierra de Felipe?- dijo.

Así que como no afloren los guerrilleros mimetizados con el bosque, lo tienen bastante crudo. Y tal vez luego sea el momento de reflexionar, de postre, por qué en esta ocasión les cuesta tanto salir.