De unos meses a esta parte, el Partido Popular y el Gobierno de la Nación están proponiendo el cambio de la Ley Electoral para que los alcaldes sean elegidos de forma directa por los votantes, siguiendo un sistema de doble vuelta, al estilo de los países de nuestro entorno, en los que los alcaldes se eligen de forma directa e independiente del resto de miembros de la corporación municipal.
Pues bien, ante esta propuesta el PSOE ha montado en cólera, y en especial su nuevo Secretario General, Pedro Sánchez, que decía hace unos días en Twitter que “El PP solo busca una elección directa: la del PP”, dando a entender que los populares lo que pretenden con esta reforma es perpetuarse en el poder municipal e incluso dar un golpe de estado a la democracia municipal, como denunciaban desde Izquierda Unida y comentamos en Desde el Caballo de las Tendillas. Y es que el Secretario General del PSOE muestra su rechazo a esta reforma, diciendo que se trata de un error que no contribuye a avanzar en regeneración democrática ni a garantizar la estabilidad y gobernabilidad de muchos ayuntamientos.
Pero para algo tenemos la hemeroteca, y más concretamente internet, que nos permite analizar y revisar antiguos documentos del Partido Socialista, como el programa electoral con el que se presentó el desastroso Zapatero a las elecciones generales de 2004, y que en su página 33, apartado “Reforma Electoral: acercar los representantes a los representados”, que se incluía en “Una democracia participativa”, decía lo siguiente:
“Elección directa de los Alcaldes, en votación diferente pero simultánea a la de los concejales, en un sistema de doble vuelta que refuerce la gobernabilidad de los Ayuntamientos y en el que se reconozca el derecho de sufragio a todos los que residan legalmente en España”. Aquí os dejo el enlace al programa electoral del PSOE.
Ahí queda eso, el mismo PSOE que hoy critica la elección directa de alcaldes por no avanzar en la regeneración democrática, ese mismo PSOE, en el año 2004 sí entendía esa elección directa como una forma de acercar los representantes a los representados y la forma de lograr una democracia participativa, ¿en qué quedamos entonces?, ¿otros que están con la calculadora de votos?, ¿antes sí y ahora no?... Queda claro que los socialistas engañan a los ciudadanos, se ríen de todos nosotros.
Mal empieza Pedro Sánchez, mal camino lleva el nuevo líder de los socialistas españoles. Aunque si hay una cosa en la que destaca, en su hipocresía y en su caradura.