No es un grupito de amigos como podemos tener tú o yo que se reúnen para hablar un poco de todo y, de paso, de las series que nos engancharon, llegando así al momentazo Los Soprano. No, no, no. Se trata de una recopilación de reflexiones (así las llamaría yo) que se han hecho una serie de personas muy bien preparadas sobre los aspectos fundamentales de esta serie de culto, aludiendo a conceptos planteados por filósofos y ensayistas como Nietzsche o Enzensberger, en busca sobre todo de la razón por la que un gánster gordo y hortera es capaz de ser tolerado hasta por el espectador más moralista. Buena pregunta, ¿verdad? Son bastante clarificadoras las declaraciones de Chris Albrecht, Presidente de HBO:
"Me dije: esta serie trata sobre un tipo en torno a los 40 años. Ha heredado un negocio de su padre. Está tratando de situarlo en los tiempos modernos. Tiene todas las responsabilidades que de ello se derivan. Tiene una madre autoritaria de la cual aún trata de escaparse. A pesar de que ama a su esposa, ha tenido una aventura. Tiene dos hijos adolescentes, y está haciendo frente a la realidad de lo que conlleva. Está preocupado y deprimido, y comienza a ver a una terapeuta porque está buscando el significado de su propia vida. Pensé: la única diferencia entre él y toda la gente que conozco es que él es el Don de Nueva Jersey."
Cada uno tiene sus propias razones para engancharse y liarse a ver capítulo tras capítulo durante noches y noches de Mad Men o Breaking Bad, dos ejemplos puestos porque es ahora lo que me tiene atrapada. Aprovecho para reconocer que todavía no he podido con The Wire y que A dos metros bajo tierra sigue estando en mi Top 1. Sea como sea, lo cierto es que todas estas series destacan por su enorme calidad (aquí vendría el discurso de la televisión de pago) y que dan para mucho más que seis temporadas. No hay nada más que ver este libro, capaz de ofrecer puntos de vista sobre el bien y el mal en Los Soprano a partir de 86 capítulos y que exige al lector tres condiciones: haber visto Los Soprano, adorar a esta "familia" de Nueva Jersey y aceptar que se puede hacer filosofía a partir de una serie de televisión.
Mientras Errata Naturae vuelve a los escaparates de las librerías con "The Wire. 10 dosis de la mejor serie de la televisión", yo os dejo con Rodrigo Fresán y las 10 cosas que nunca olvidará de Los Soprano, una bonita enumeración que seguro os traerá muchísimos recuerdos:
1. Woke Up This Morning.
2. Christopher Moltisanti (Michael Imperioli) y Tony Blundetto (Steve Buscemi) y Adrianna La Cerva (Drea de Matteo), Gloria Trillo (Annabella Sciorra quien, a decir verdad, usurpa un rol hecho para la nunca del todo bien ponderada Marisa Tomei), Svetlana Kirilenko (Alla Kliouka Schaffer), esa mujer a la que le falta una pierna, el guionista J. T. Dolan (Tim Daly), el ubicuo sacerdote Phil Intintola (Paul Schulze) y el cameo de Martín Scorsese: "I liked Kundun!".
3. Aquel episodio tan hermanos Coen donde Christopher y ése cuyo nombre no recuerdo (lo busco, lo encuentro: Peter Paul Gualtieri, interpretado por Tony Sirico, alguien exactamente igual a un amigo de mis suegros) se pierden y discuten en un bosque nevado.
4. Las aventuras comatosas/budistas de Tony Soprano y los epifánicos y salingerianos patos del primer episodio.
5. El Bada Bing! como infernal cielo o celestial infierno en la Tierra; esa carnicería donde, a menudo, tienen lugar carnicerías; y el restaurante Vesuvio, siempre a punto de entrar en erupción.
6. Livia (Nancy Marchand), la madre de Tony Soprano.
7. El monstruoso Tío Corrado John "Junior" Soprano, Jr. (Dominic Chianese).
8. Las constantes alusiones a las naranjas de El Padrino.
9. Las tristezas y alegrias y más tristezas de ser retoño de un gánster: Meadow Mariangela Soprano (Jamie-Lynn Sigler) y Anthony Soprano, Jr. (Robert Iller).
10. Y -por supuesto, volviendo a lo del principio- el final de Los Soprano.