Virginia Higa es una escritora y traductora argentina. Ha publicado relatos en antologías y medios digitales hasta llegar a su primera novela, Los sorrentinos, de la que os vengo a hablar hoy.
Los sorrentinos son un tipo de pasta rellena argentina. Hay varias teorías en lo que a su origen se refiere, y una de ellas es la que sigue esta historia: su creación en Mar del Plata por un inmigrante italiano originario de Sorrento. Así es como esta receta se convierte en la excusa perfecta de la autora para presentarnos a la familia Vespolini y su trattoria, ahora gestionada por uno de los miembros del clan: el Chiche, el protagonista de esta novela familiar inolvidable.
La novela mezcla en poco más de cien páginas los ingredientes necesarios para presentarnos a los diferentes miembros de una familia. Por las sobremesas del restaurante pasan padres, hijos, hermanos, primos, maridos, esposas... Comparten el día a día, sus anécdotas, entremezclándose con pinceladas del pasado que nos permiten ir descubriendo quién y cómo es cada uno. "El Chiche" es el nexo de unión; un hombre rígido que, sin embargo, conquista al lector adentrándolo en su universo particular, en un léxico familiar inspirado por Natalia Ginzburg ("Esas frases son nuestro latín") que arrancará más de una sonrisa, y también más de una lágrima, porque como en toda buena receta italiana, aquí hay ingredientes variados: amor, soledad, risas, tragedia y diversión.
Estamos ante una novela muy visual. Salvando las distancias, y solo para que os hagáis una idea, podría compararla con la película "Mi gran boda griega", aunque aquí se trata de migrantes italianos y esta es una historia, en general, es mucho más profunda. El lector que asome a estas páginas conocerá una familia entrañable y peculiar; un clan con sus luces y sombras sobre el que querríamos saber más al llegar a la última página. Fue un acierto y un auténtico placer sentarme a compartir mantel de cuadros rojos con ellos. Os recomiendo que también lo hagáis. Me costó despedirme de los Vespolini. A vosotros también os costará. Palabrita de Ro.