Resulta que llevaba mucho tiempo sin
escribir novelas. El año pasado también fue un año parecido. he estado
escribiendo otras cosas, pero las novelas sin terminar ahí han seguido estando,
en el mismo pobre estado de espera.
Se da la casualidad de que también llevaba unos meses sin leer ningún
libro. Supongo que hay etapas de la vida que son así, que no te apetece o
no tienes suficiente tiempo u otras cosas en qué pensar.
Unos
días en la playa con un libro en las manos y bualá. Vuelvo a tener uno
de mis sueños en los que la historia me parece novelable y a la mañana
siguiente tengo que plasmarla en papel. (Y quien dice papel, dice en el
word).
La lectura, para los curiosos, es Vampire
Academy, uno de esos libros juveniles de vampiros que saqué de mi curro.
supongo que no es una de esas supernovelas que hay que leerse, pero
sinceramente no me importa, algo de esa novela me ha hecho tener ese
sueño, y ese sueño ha comenzado a ser una novela, y eso es lo que vale.
Cuando tengo conversaciones sobre la
importancia de los sueños, a menudo escucho opiniones de que no lo son y
yo, no puedo darles la razón. No, lo siento mucho. A parte de creer que
nos muestran una parte de nosotros mismos que quizás desconocíamos, a mi
me ha dado el pistoletazo de salida de varias novelas. No de una, ni de
dos ni de tres, de varias.
Ya no me acordaba de esa emoción de tener
una nueva idea y de empezar a plasmarla sin tener ni idea de en qué
desembocará. Dejando huecos para los nombres propios, que aún no has
pensado. Normalmente además, el sueño solo es una infinita parte de la
novela y muchos datos del sueño tienen que ser reemplazados porque no
tendrían sentido en la historia pero ahí está la esencia. Además a mi me
gusta escribirlo todo de corrido según he tenido el sueño para no
perder esa espontaneadad. Algunos pensarán que es una locura y
seguramente los escritores profesionales no lo hagan y estudien cada
idea en guiones infinitos antes de plasmarlo en su futuro libro, pero la
gracia de no publicar libros también es esa, que puedes escribir
cualquier cosa sin miedo a ser juzgada.
Y esa libertad me encanta.