Los suizos han votado en referéndum seguir siendo uno de los pocos países europeos sin salario mínimo (SM). Más concretamente, han rechazado la propuesta de los sindicatos, apoyada por los ecosocialistas, de fijar un SM de 3.270 € al mes.
Muchos españoles pensarán algo así como: "¿Están locos estos suizos o qué?" Si aquí se celebrara un referéndum similar, con un SM de 1.635 € (la mitad del anterior), la demagogia del Sí ganaría de calle, sin lugar a dudas.Y los partidarios del No serían presentados como unos desalmados sin entrañas, unos mercenarios del gran capital que disfrutan viendo a la clase trabajadora extenuándose por unos sueldos de miseria.
En realidad los suizos no están locos en absoluto, aunque crónicas como la que publica La Vanguardia omitan los datos básicos que permitirían entender el porqué al lector apresurado. Dice el redactor de la agencia EFE:
"La Confederación Helvética forma parte de la minoría de países europeos que carece de una legislación que regule una remuneración mínima, como sí la tienen 21 de los 28 países de la Unión Europea -bloque al que Suiza no pertenece-, aunque a niveles muy inferiores al propuesto en el referéndum de hoy en Suiza."
Esta información es significativa, pero lo sería mucho más si la cruzáramos con dos datos muy fáciles de obtener. El primero, que Suiza tiene una tasa de paro del 3,2 %, muy inferior a la de cualquier país de la UE. Y el segundo, que su renta per cápita, en términos de poder adquisitivo, es la novena del mundo (la cuarta en términos nominales), sólo superada por Luxemburgo entre los países pertenecientes a la Unión.
No hace falta exprimirse el cerebro para preguntarse si existe alguna relación entre carecer de legislación sobre el SM y ser uno de los países del mundo con menos desempleo y con rentas más altas. Y esto es efectivamente lo que han hecho los suizos. Se han formulado esa pregunta y en su mayoría se han respondido que no se trata de una mera coincidencia. O, por lo menos, han decidido que los experimentos, mejor con gaseosa.
Hasta ahora, Alemania, con una envidiable tasa de paro de alrededor del 5 %, tampoco tenía SM. Veremos lo que tarda en aumentar el desempleo tras el acuerdo de Merkel con los socialistas. En Suiza, por fortuna para sus habitantes, decisiones de este calibre deben aprobarse por referéndum.
Los suizos, evidentemente, no están locos. Simplemente, parecen haber asimilado una noción elemental, obstinadamente ignorada por nuestras clases política y periodística, salvo honrosos casos aislados: que el mercado es el único sistema que permite fijar cualquier tipo de precios, incluidos los salarios, del modo que favorezca más la producción y, por tanto, la creación de riqueza y de empleo.
Hace unos meses escuchamos a Nicolás Maduro anunciar intervenciones de precios en los productos de consumo venezolanos, con el fin de combatir a los "especuladores". En ese mismo momento fue posible prever con exactitud lo que después efectivamente ha sucedido en el país caribeño: un desabastecimiento masivo de los productos más básicos, que ha encendido la mecha de un levantamiento popular absolutamente justificado. ¿Lo anticipó algún corresponsal, se recabó alguna opinión solvente? Yo al menos no lo vi. Es más, de la manera exquisitamente equidistante que informan la mayoría de los medios españoles sobre Venezuela, una parte no despreciable de la audiencia podría llegar a creerse la propaganda bolivariana, que culpa de la escasez a oscuras conspiraciones de la burguesía y de la CIA.
En agudo contraste, los suizos desean continuar disfrutando de un nivel de -prácticamente- pleno empleo, y de unos salarios ya de por sí elevados, resistiéndose a que políticos salvadores restrinjan su libertad económica estableciendo limitaciones para contratar trabajadores, so pretexto de protegerlos. Dicho de otro modo, la mayoría de los suizos han preferido que no los protejan tanto.
Suiza es el cuarto país del mundo en el ranking del Índice de Libertad económica 2014. España se encuentra en el puesto 49. Curiosamente, Venezuela figura también en el cuarto puesto, de un total de 178... pero empezando por el final. Solo la superan Zimbabue, Cuba y Corea del Norte. Imagino que es ahora cuando Willy Toledo nos informa de que en Cuba no existe el paro. Touché; me veo obligado a retractarme de mis palabras y a admitir la realidad: estos suizos están como regaderas.