Los superhéroes y la filosofía. Nietzsche llevaba mallas de colores en la intimidad.

Publicado el 06 enero 2011 por Crowley

"No es fácil ser yo.
Sé que decir eso suena bastante egoísta, perho he estado sintiéndome egoísta últimamente.
Y egoísta es algo que no se me permite ser."
("Superman: For Tomorrow", de Brian Azzarello)
Si miran ahora mismo hacia el cielo, tal vez le vean pasar volando. Poderoso, resplandeciente.
A su derecha, tal vez, haya un hombre vestido de araña deteniendo a unos enloquecidos ladrones disfrazados de pulpos mecánicos.
A su izquierda, una familia de superhéroes a punto de enfrentarse a un devorador de mundos de hambre insaciable.
Bajo sus pies, en el entramado de alcantarillado, un héroe oscuro, atormentado, persigue a un maníaco desquiciado de mortal sonrisa...
Son superhéroes. Y están entre nosotros.
Es casi como alzar la mano y tocar las estrellas...
Ustedes les envidian y desean casi ser como ellos. Pero créanme, yo que les conozco muy bien, les puedo decir que si supiesen la verdad de sus almas atormentadas, su supieran la carga emocional de responsabilidad que tienen que soportar cada día, si supiesen lo difícil que es no poder acariciar a alguien por temor a matarle, como les ocurre a muchos de ellos, no desarían para nada suplantar sus vidas.

Desde que era pequeño, tuve la peculiar habilidad de que cualquiera que se sentase a mi lado, me contara sus pensamientos más ocultos y sus pesares más oscuros. No es difícil adivinar entonces el motivo por el que trabajo en lo que trabajo, ¿no?... ¡Uy, disculpen!, no me he presentado. Soy el Doctor Mentes, famoso supersicoanalista especializado en seres de poderes superiores (tanto villanos, como héroes, que uno tiene que alimentar a su familia y la Señora Entropía, mi mujer, se alimenta como veinte personas).
Todos los personajes con los que sueñan, o aquellos que les aterran, además de los guionistas que los imaginaron por vez primera (y es que esos escritores que los pensaron, los soñaron y ¡voila!, se hicieron realidad estos nuevos mitos, trayendo a nuestras vidas una mezcla de relato mitológicos cláscicos y sense of wonder que nos dejó perplejos, viven bajo una angustiosa presión y cada paso que dan, cada palabra que van a escribir, es analizada hasta el más mínimo detalle), todos, han venido y vienen a mi consulta con asiduidad cada semana.
Y no es para menos. Algunos no hacen más que debatirse entre las dos realidades que pueblan sus vidas (la de héroe y la de la identidad que han creado para encubrir la otra) y cómo hacer para que una no perjudique a la otra; cuanto más invulnerables y más superpoderosos, más difícil lo tienen a la hora de establecer relaciones personales y sexuales (por temor a lastimar a la otra persona o por miedo a que esta sea atacada por su culpa por algún enloquecido enemigo); alguno se debate entre la religión y la moralidad de sus actos; otros se culpan de la desgracia que se ha cernido sobre sus familiares como motivo de sus actos; otros temen sobrepasar la barrera de lo permisible y, sin darse cuenta, actuar como aquellos a los que persiguen; hay quien hasce el bien únicamente para sentirse bien consigo mismo, otros para ligar más, otros por alimentar su ego, pero, ¿hasta cuándo han de ehercer de salvadores del Universo, ¿tienen que ser héroes hasta que mueran o les maten o pueden decidir cuándo abandonar su traje?; otros se debaten entre un acto u otro, ya que si para salvar la vida de un planeta entero tuviesen que matar a una persona, ¿a quién harían caso?, ¿a Stuart Mill y con ello matarán a ese ser, o a Kant y no lo harán porque no se puede matar a alguien por mucho bien que con ello se logre?; ¿qué está bien en según qué casos y qué está mal?, ¿quién lo decide y por qué le dejan hacerlo?, ¿cómo actuarían ustedes si de pronto se vieran dotados de un inmenso superpoder?...
Están, estamos, al igual que ustedes, humanos, repletos de miedos y dudas morales.
Ya, desde los once años, vi cláramente el vínculo que existía entre nosotros, los superhéroes de imágen icónica, los pensamientos filosóficos de Aristóteles, Schopenhauer, Kierkegaard, Platón, Nietzsche, y la necesidad del ser humano para crear héroes, algo que viene haciendo desde el comienzo de los tiempos (mitología griega, romana, nórdica...).
Y todo esto, mezclado, responde perfectamente a los problemas y preguntas que nos asolan cada día.

Todas mis teorías divulgadoras, todos mis conocimentos, gran parte de mis sesiones psicoanalíticas, han sido recogidas, para que estén al alcance de cualquiera, por Tom y Mat Morris para la editorial Blackie Books en un libro llamado "Los superhéroes y la filosofía", en la que personas tan relevantes del mundo del cómic como Denny O'Neill, Mark Waid, Jeph Loeb, o filósofos como Stephen Evans, Richard Hanley, Keven Kinghorn,  han transcrito en palabras lo que yo les he contado.
Léanlo, o tendré que mandar a algún supervillano a que destroce su bonita vida de anuncio televisivo. No me hagan llegar hasta ese punto, por favor...
Y ahora si me disculpan, les tengo que dejar, que tengo que estar en la Fortaleza de la Soledad a mitad de tarde y miren qué hora es ya.