En un estilo ameno y muy interesante, el libro, escrito entre profesores de filosofía y guionistas de cómic, analiza cómo todas esas reflexiones que hemos mencionado tienen vital importancia en las historietas de superhéroes. Esos grandes dilemas que ni sabios como Platón, Aristóteles, Kant o Kierkegaard supieron resolver, tampoco pueden resolverlos Superman, Batman, Spiderman, ni los X-Men, y eso que ellos cuentan con asombrosos poderes. Pero precisamente es eso lo que les genera tantas dudas. Teniendo estos poderes; ¿por qué usarlos para el bien, si puedo usarlos en beneficio propio, y vivir como un rey? ¿Qué impulsa a estos personajes a ser como son? ¿Cómo pueden encontrar su identidad, si la mayor parte del tiempo, la ocultan bajo una máscara? ¿Cuál es su papel en el mundo, y en la sociedad, siendo que tienen esas increíbles habilidades? En todas estas preguntas se halla la gracia de las historias de superhéroes, es a través de sus miedos, dudas, responsabilidades; y de esa búsqueda eterna como conectan son sus lectores, y consiguen transmitirles todo lo que uno siente al leer sus aventuras. El libro recurre a la filosofía, desde los clásicos a autores más modernos, para intentar encontrar respuesta a estas preguntas. Naturalmente, no hay respuestas fáciles, pero la filosofía nos puede ayudar a comprender mejor a estos personajes y sus motivaciones, tanto al lector como al guionista. Y así, descubrimos que detrás de la impecable ética de Superman, siempre surcando el cielo azul, y defendiendo el bien y la justicia, subyace el hecho de que usar sus poderes para proteger la Tierra es su mejor manera de integrarse entre nosotros, abandonar esa perspectiva Olímpica que le aisla, y agradecer al mundo que le adoptó todo lo que le ha dado. Entendemos que Batman, como justiciero, no cultive sus relaciones personales demasiado; pero aún así, existen unos pocos personajes afortunados que sí han conseguido ganarse su confianza y entrar en el círculo interno del Caballero Oscuro. Vemos hasta que nivel de profundidad marcó a Peter Parker la famosa lección de su tío Ben, aquello de que "todo gran poder conlleva una gran responsabilidad", y como eso influyó en su ejercicio como Spiderman. Entendemos mejor porque los X-Men se empeñan en proteger y defender a un mundo que odia y teme a los mutantes como ellos: la fe en el sueño de su mentor, Charles Xavier, que cree firmemente que humanos y mutantes pueden convivir en paz, les da fuerzas para luchar en su difícil día a día. También, podemos ver que la fe es una fuerte motivación en el caso de Daredevil, descubrimos todo lo que lo que los 4 Fantásticos nos pueden enseñar sobre los lazos familiares, o analizamos la dimensión de Bruce Banner y su transformación en Hulk. Y esto es solo una pequeña parte: otros temas como la deconstrucción de la figura clásica del héroe en Watchmen de Alan Moore, los múltiples universos y los viajes en el tiempo, o el tratamiento de la mujer en el cómic también son analizados con interés, y siempre o con citas de filósofos y autores, o con ejemplos de los propios cómics y en algunos casos, sus adaptaciones cinematográficas (dominando sobre todo Marvel y DC, las dos casas más potentes del sector, aunque se menciona Watchmen y alguna otra obra independiente)
En definitiva, estamos ante un libro cuya lectura, a pesar de los temas que trata, no se hace en ningún momento pesada ni farragosa, todo lo contrario: es profundamente interesante y muy amena. Te ayuda a comprender mejor conceptos filosóficos complejos, que explicados de otro modo serían seguramente, un tostón de mucho cuidado, por más que te interese la filosofía. Pero ilustrados con los ejemplos de grandes personajes e historietas del cómic, cobran otra vida. Además, te ayudan a profundizar mejor en estos personajes, y a entender que, como ya he dicho, lo que consigue que tantos y tantos lectores amemos sus aventuras y les sigamos, no es que lleven trajes molones y luchen contra el mal, sino que, en clave de sus poderes, ellos se enfrentan a todo tipo de retos, obstáculos y dilemas que no son tan diferentes de los que nosotros, los mortales de a píe, nos encontramos a lo largo de nuestras vidas. Es por eso que estas historietas gozan de tanta popularidad, y que nos inspiran tanto a los que las leemos. Y a los que no os interesa mucho la filosofía, ni os gusta demasiado el mundo del cómic, os animo a pesar de todo a echarle un vistazo al libro. Es interesante y entretenido, y quien sabe, lo mismo os pica el gusanillo. Con este pareado tan tonto que me he salido, me despido y cierro por hoy, con una bella canción que nos dice lo mismo que todos estos queridos personajes: tú también puedes ser el héroe de tu propia historia. ¿A qué esperas para ello? Más y esperemos que mejor, próximamente en "Mi pequeño mundo". ¡¡Nos vemos!!