Hace unos días se celebró el Día Mundial de la Audición, con motivo de esta celebración, la OMS proporcionaba algunos hechos y cifras, explicándonos que hasta el 60% de la pérdida de audición en la infancia es prevenible, y que en los casos que son inevitables existen intervenciones que pueden ayudar a los niños a que desarrollen sus capacidades. Uno de los factores causantes de la pérdida de audición en la infancia es el factor genético, pues bien, hoy conocemos un estudio estadounidense en el que se concluye que los suplementos alimenticios pueden retrasar la pérdida auditiva en los niños cuando tiene un origen genético.
La investigación ha sido llevada a cabo de forma conjunta por expertos del Kresge Hearing Research Institute de la Universidad de Michigan y el C.S. Mott Children’s Hospital, según los resultados obtenidos, una dieta mejorada con alimentos ricos en beta carotenos, vitaminas C y E, magnesio y otros suplementos alimenticios, logra retrasar la progresión de la pérdida auditiva por una mutación genética. Aunque se han encontrado excepciones, dependiendo del tipo de mutación recibida a través de la herencia genética, se puede sufrir el efecto contrario. Es el caso de la mutación AUNA1, una forma rara de pérdida progresiva de la audición que aparece de forma tardía.
Los investigadores comentan que las mutaciones genéticas son una de las principales causas de la pérdida auditiva en muchas poblaciones, según datos del año 2010, unos 52 millones de personas se ven afectadas por este problema y más del 50% de los adultos europeos mayores de 65 años presentan de una ligera a una severa pérdida de la audición. Según la investigación, los bebés que nacen con una mutación genética responsable de la sordera, pasan el análisis que se realiza cuando nacen y no es detectada, pero posteriormente y a lo largo de su vida terminan perdiendo la audición.
Estos patrones, según los expertos, sugieren que algunos niños pueden tener la oportunidad de preservar esas células responsables de la audición presentes tras el nacimiento, por ello es crucial identificar terapias que prevengan la progresión y pérdida de la audición, e incluso poder revertir el proceso que llevará al niño en un futuro a tener sordera.
La investigación se ha llevado a cabo con roedores de laboratorio a los que se les insertaron las distintas mutaciones genéticas que causan sordera, a cada grupo se le proporcionó una dieta concreta, logrando determinar que una dieta rica en vitaminas y minerales era beneficiosa para determinadas mutaciones genéticas, retrasando sus efectos. Pero como hemos indicado, otras mutaciones no respondían igual, lo que sugiere que es necesario personalizar las dietas e investigar más para determinar el modo en el que se pueden retrasar sus efectos.
Ya hace bastante tiempo que se ha demostrado que los antioxidantes reducen el estrés oxidativo, proteger contra diversas enfermedades y preservan elementos de las células que son vitales para su correcto funcionamiento. De momento los expertos comentan que los hallazgos son positivos y seguirán investigando, quizá en un futuro no mue lejano, se puedan revertir las mutaciones o al menos evitar sus consecuencias. Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en el C.S. Mott Children’s Hospital.
Foto | MiikaS
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Los suplementos alimenticios pueden retrasar la pérdida auditiva en los niños
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