Uber ha decidido entrar en Barcelona con UberPop, un servicio que permite a cualquier usuario transportar pasajeros dentro de la ciudad con su propio coche. Un servicio que en estos momentos es ilegal dentro de la legislación española y de otros muchos países de nuestro entorno.
Como indican en el blog ALT1040:
A la industria del taxi en España le urge competencia. Por motivos irrelevantes a este artículo durante más de un año usé taxis prácticamente todos los días (particularmente en Madrid, pero también en Barcelona o Málaga) y resultaba indignante la frecuencia con la cual era receptor de un pésimo servicio como cliente: malos tratos, abusos, situaciones incómodas y momentos de stress. Es tan habitual que el maltrato por parte del taxista es socialmente aceptado. Ahora que tengo mi propio coche me toca seguir sufriéndolos: cambios de carril constantes en último momento sin señalizar, agresiones y hasta momentos de peligro gracias a sus imprudencias. Lo hacen porque saben que si quieres un taxi, no te queda de otra. Y como en muchísimos otros países, cuando eres extranjero, eres propenso a más abusos, que han quedado muy bien documentados.
Más competencia equivale a una transformación positiva forzada porque hay que seguir atrayendo clientes. La industria del taxi tiene que encontrar formas de ofrecer ventajas frente a otros servicios que son más baratos pero que tal vez no ofreces las mismas comodidades. Tienen que encontrar maneras de ofrecer un servicio al cliente inmensamente superior al actual. Tienen que buscar maneras de ofrecer precios más competitivos y de, al menos, igual las comodidades desde el punto de vista de la tecnología. MyTaxi y Hailo son los primeros pasos en este sentido, y en su momento ayudaron bastante a mejorar mi experiencia usando taxis, pero hay mucho más camino que recorrer.