Los Tenenbaums. Una Familia de Genios

Publicado el 25 febrero 2016 por Aleucine @aleucine

"Una familia despedazada"

Duración: 1hora 48minutos

Productora: Walt Disney Studios

Lo mejor: -El particular y fresco estilo de Wes Anderson.

Lo peor: -Gran parte de la cinta es simple paja vacía de interés.

Hoy tengo el honor de traer al blog la tercera acometida en el mundo cinematográfico del genuino loco Wes Anderson.

Por la simple estética y forma de relatar que tiene el director, todo el mundo sabe que es sus filme son distintos a cualquier cosa vista en la pantalla grande, y para más inri la trama argumental de esta película en concreto es tan estrafalaria (aún basándose en la vida cotidiana) que le da aún muchos más puntos en el apartado originalidad, si se pretender ver algo alejado de lo habitual, el cine de Wes y en concreto la familia Tenenbaum es una apuesta segura.

Que sea diferente no significa que sea bueno, después de analizar en este mismo blog dos de las cintas del director ( El Gran Hotel Budapest y Moonrise Kingdom) me extrañó que la primera mitad de la película llegará a despertar en mi un sentimiento de soñolencia y eso que el comienzo descriptivo del antes y el después (como si de un anuncio de la teletienda fuese pero al revés) es simplemente magnifico, pero durante un buen tiempo parece que la película no avance ni un ápice, por suerte la trama final ajetreará las vidas de la extraña familia y de rebote despertara al anonadado espectador aportándole algo (aparte del apartado visual) por lo que quedarse fascinado.

En el tema reparto de nuevo el encargado de su selección como el propio Anderson se ganan sobradamente su sueldo, sacando lo mejor de ellos.

La decadencia de una cutre familia de precoces genios de diferentes ámbitos que una vez crecen se echan a perder, la desestructuración es absoluta y la casa simbolizará la simbiosis y el reencuentro de nuevo de la familia Tenenbaum. Ese es el resumen del valor que aporta la película, y partiendo de esta idea general la película irá despedazando diferentes aspectos amorosos y de afrontar la vida a través de sus particulares personajes.

Además, a mi el cine de Wes Anderson, por su simple y distintiva estética, así como la curiosa forma de relatar, siempre consigue que sueñe y me quede distraído reflexionando, un don del que pocos directores pueden alardear.

Como he dicho, la fase final de la historia es lo más emocionante de todo el filme, de repente las prisas de hacerlo todo a última hora se apoderan de la trama, y el gran acontecimiento final se precipita hacía el caos más absoluto y armonioso de universo Anderson. Y como toda tormenta, por muy cinematográfica que sea, llega la calma, y el plano que utiliza Wes para calmar al excitado espectador y a la vez darle al público la oportunidad de despedirse de los actores, es simplemente espléndido.

La familia Tenenbaum, de genuina, siendo Wes Anderson su director, tiene pocos momentos, buena parte de su trama resulta pesada al avanzar realmente poco, por suerte una explosión final de acontecimientos hará que valga la pena verla, más allá del estilo propio que ya de por si, en mi, genera expectación.