Revista Cine

Los terroríficamente olvidados de los ochenta: `Amiga Mortal´ -lo que ocurre cuando no puedes dejar a alguien atrás-

Publicado el 28 agosto 2011 por Cinefagos

Los terroríficamente olvidados de los ochenta: `Amiga Mortal´ -lo que ocurre cuando no puedes dejar a alguien atrás-

Wes Craven (etiquetado como uno de los maestros del género de terror) siempre ha tenido una filmografía algo irregular. Si bien es cierto que algunas de sus películas se han covertido poco menos que en míticas y punto de referencia en determinados momentos. Sea por Pesadilla en Elm-Street y el personaje de Freddy Krueguer (killer de adolescentes que comparte podio con Jason Voorges y Michael Myers) o por la saga Scream (donde revitalizo el género de adolescente estúpidos que acaban criando malvas). A las mencionadas habría que sumar otras como Las Colinas Tienen Ojos (excelente remake el de Alexandre Aja -lástima su Piraña 3D, de la cual sólo apetece ver veinte minutos a lo sumo) o La Última Casa a la Izquierda (de la cual también hicieron una actualización hace bien poco) o La Serpiente y el Arco Iris (para mí una de las mejores y con diferencia). Si bien tiene películas curiosas y agradables de ver (me encanta ese término) como Vuelo Nocturno o Shocker. 100.000 Voltios de Terror. Luego tiene otras bastante intrascendentes como Un Vampiro Suelto en Brooklyn, desaprovechadas como El Sotano del Miedo o de esas que el público ni se acuerda y que en líneas generales no estan del todo mal. Sería la que nos ocupa, Amiga Mortal (Deadly Friend), dirigida en 1986 y después de haber conseguido el éxito (dos años antes) con el asesino de los sueños que viste sombrero y jersey a rayas negras y rojas.

 

Los terroríficamente olvidados de los ochenta: `Amiga Mortal´ -lo que ocurre cuando no puedes dejar a alguien atrás-

En líneas generales el argumento gira en torno a la resurrección y los problemas que conlleva traer a alguien del abrazo frío de la muerte. Algo que todos sabemos, no suele ser ni positivo, ni fácil ni exento de fatalidades. He ahí los ejemplos de Re-Animator (donde se intenta resucitar a la novia de uno de los protagonistas en la recta final de la película) o Cementerio Viviente (aquí sería un niño que a la postre acaba inquietando a más de uno -en la secuela vuelve a ser una fémina).

Kristy Swanson (actriz que me encandiló en su momento y que me sigue atrayendo físicamente, aunque malvive en la serie b más casposilla) encarnaría a la única amiga de un chaval algo retraído y centrado en sus estudios (la robótica). Con una padre maltratador y borracho que le haría la vida imposible. Aunque todos sabemos que la venganza llega tarde o temprano y los malos tratos sufrido por ella acabarán pasándole factura. Sobre todo si a la postre es el ejecutor de su paso a la otra vida (aunque sea por accidente, entre comillas). En aquellos años no hacían falta demasiadas explicaciones, tan sólo comentar que el prota sabía sobre un tema y aplicarlo en el argumento. Un chip, una cabeza, implante y finalmente vuelta a la vida. De ahí que Amiga Mortal acabe siendo una simpática película de terror adezada con algunos tintes de ciencia-ficción.

Lo más gracioso del asunto es que para que Swanson nos demuestre que está entre nosotros, vivita y coleando, basta conque maquillarla al estilo Moriticia Adams (pálida, para que nos entendamos) y ponerlo algo de oscuridad en los ojos. A eso le sumamos un movimiento robótico (sin llegar a ser Robocop) y el producto ya está servido y listo para degustar.

Los terroríficamente olvidados de los ochenta: `Amiga Mortal´ -lo que ocurre cuando no puedes dejar a alguien atrás-

Hay algunas escenas a tener en cuenta y que harán las delicias de los fans del gore y de la exageración. Creo que la más representativa de esta película, y la más inolvidable, sea cuando la vecina impertinente, bravucona y malhumorada, interpretada por Anne Ramsey (Tira a Mamá del Tren), acaba recibiendo un pelotazo en plena cara (ni que decir tiene que su cabeza acaba emulando a cierta escena que pasó a la historia del cine y que nos obsequió la película Scanners).

El pobre Paul (Matthew Labyorteaux) intenta por todas las maneras posibles que su amiga/ amada no se meta en líos e intente llevar una vida normal, si entendemos eso como el hecho de volver a vivir una vida que le había sido arrebatada con anterioridad. Pero ya sabemos que el instinto y la venganza prevalece sobre todas las cosas. Es ahí cuando nuevamente surge el dilema o la gran cuestión (quitando al bueno de Gandalf, que vuelve con sus cinco sentidos y sin ser un cabroncete), ¿cómo cuidar o encauzar la vida de alguien -por lo menos en la gran pantalla, que en la vida real no se ha dado el caso- que ha vuelto de manera artificial?.

Ni que decir tiene que el final no podía ser dulce ni agradable. Estas cosas son así. Al igual que el amor, que ciega y acabas pensando en ese gran dicho: “El que se enamora no lo nota. Pero poco a poco se vuelve idiota”.

Fdo: Snake


Volver a la Portada de Logo Paperblog