Maduro, enamorado.
Parece que Nicolás Maduro, cuyo padre es gomero y que al parecer él nació en Colombia –luego no podría ser presidente de Venezuela, si se confirmara que el certificado emitido es falso, como sostiene con insistencia la oposición–, tuvo un pasado vasioleta.
Es decir, que le daba a la carne y al pescado, o sentía amor por la Humanidad sin distingos, como los hippies de la época.
Por las redes sociales circula una foto de esteTarzán en bañador, dándole la mano a un maromo raquítico, escuálido –miren por dónde—en una playa, quizá de Cuba, donde Maduro se ensoleró –y por lo visto se solazó–a la sombra de los Castro (se dice que Raúl también dispara con los dos pies; y se afirma de una manera insistente).
Puede ser lo de Maduro un amor de Swann, como el relato apasionado de Marcel Proust, pero en macho. En macho de ascendencia gomera. Hay determinados lugares (entre ellos la canaria isla de La Palma) en los que se sostiene que vasioleta es el que recibe y no el que da, pero viendo aquí la cosa, el escuálido tiene todas las de perder. Nos referimos siempre al terreno del amor, no vayan ustedes a extraer consecuencias equivocadas de la frase palmera.
Maduro creció y más bien engordó y, andando los años, se convirtió en presidente de Venezuela. Quién lo iba a pensar con esa figura afro que ya quisiera para sí Bob Marley y toda la tropa del fumeque antañón.
Pero ahí lo tienen. Se sostiene en algunos ambientes que la foto noes falsa, sino auténtica. Pero no nos negarán que divertida sí que es. Ha sido prohibida en Venezuela, pero la mitad del país tiene una copia en la cartera.
Ahora, con la Internet, el mundo no tiene fronteras y Maduro, entonces Madurito, está en todos los portales y en todas las redes sociales hasta llegar a nuestra redacción, donde ha sido tan comentada como corresponde. Y es que hay fotos que no tienen desperdicio y que, mal que les pese a muchos, pasarán a la posteridad.
Tomado de eldiariodetenerife.com