Todos odiamos a nuestros vecinos en mayor o menor medida, al igual que somos odiados por ellos sin saberlo o sabiéndolo, esto es una verdad universal como un templo de grande. El odio a los vecinos es algo inherente al ser humano, y es tan normal y tan natural como la vida misma. Forma parte de la existencia del ser humano como los mocos que se caen de la nariz en el peor momento, las manos que tiran los cafés de la mesa cunado uno quiere hacerse el interesante y las mentiras en el curriculum o en las presentaciones en sociedad. Los vecinos son esos seres con los que todos nos vemos obligados a convivir y que van con la casa que adquirimos igual que las malas hojas van con las lechugas las compremos donde las compremos.Lo que pasa es que además de el odio universal a los vecinos, hay también algo muy común en ellos, y es una tipología vecinal de seres que se dan en todas partes y que tienen la culpa de la gran parte del odio que los vecinos inspiran. Todos sufrimos dicha tipología o en el peor de los casos incluso formamos parte de ella, y no hay bicho humano en la tierra que se precie que no conozca a este tipo de vecinos o que no encaje en uno de ellos. Así pues, y son más dilación, vamos a presentar la tipología de vecinos culpables del odio que genera el tema vecinal, y recordad que si créeis que falta alguno siempre lo podéis añadir.
- La tacones: Es la típica vecina que siempre va con tacones por su casa, no se sabe si por jod... al de abajo o porque tiene complejo de enana y ha de sacárselo de encima como sea. No sabe lo que son las zapatillas de andar por casa y está convencida que estar en su maloliente hogar le da derecho a desgraciar su propio suelo y los nervios de los que está alrededor, especialmente del que vive abajo, que muchas veces tiene que acabar marchándose para no matarla y descuartizarla o para no seguir entrando poco a poco en el mundo de la locura.
- El fiestas: Es el típico estudiante universitario niño de papá que para poder salir de su pueblo de mierd... y poder ponerse hasta las cejas de coca y de alcohol convence a los padres para que le paguen un piso en el que poder "estudiar". Suele vivir con otros igual de fiesteros que él y sus fiestas a altas horas de la madrugada aderezadas de música hortera y gritos de las típicas invitadas feas que no tienen otra cosa mejor que hacer que ir a sus fiestas son la delicia de los de alrededor, sobretodo del que tiene algún bebé o crío pequeño que no puede dormir. Luego nos extrañamos de algunos sucesos que pasan...
- La cotilla: Es la típica que tiene que saberlo todo de todos, preguntar de todo y hacer conjeturas de todos. Cree que la información es poder y además le gusta deformarla a su antojo para pensar que su pobre vida es mejor si la compara con la de los que le rodean. No importa a que hora llegue uno o a que hora se vaya, ella siempre está en el descansillo o en el portal dispuesta a hacer sus preguntas y sus insinuaciones capciosas de amargada eterna.
- La pianista: aquí también hay alguna variante de violinista o flautista. Es la típica niña a la que los padres quieren criar para que tenga un marido rico y fino y a la que por eso apuntan a clases de algún instrumento clásico que cree que puede tocar en su casa a todas horas y además horriblemente mal. Secretamente suele desear estar apuntada a gimnasia rítmica o a fútbol para chicas marimacho pero sonríe y toca (mal, siempre mal) porque sabe que su papá es feliz y que a su mamá se le mojan las bragas de oírla.
- El Presidente de la comunidad: O es Presidente o lo ha sido o lo será. Es el típico que cree que tiene el mando de la comunidad porque ha de tenerlo por su gran inteligencia, sus conocimientos sobre todas las cosas y por sus grandes cojo... Siempre está pidiendo o haciendo normas estúpidas para todo, provocando reuniones sin sentido para hacerse notar y hablando del moroso de turno y de las medidas judiciales que va tomar para que pague lo que debe. Se cree que todo es suyo, que la comunidad es como su República independiente y que tiene un puesto de poder fuera de toda duda. Aquí hay que incluir también a su mujer, que suele creer que es una especie de primera dama y que se pasa la vida vigilando a todo el mundo para que cumpla las normas del lugar y haciéndose notar para que le hagan reverencias como la gran señora del pepino que ella es.
- El rarito: Es el típico que vive encerrado en su casa, que nunca saluda ni mira a nadie y que es tan silenciosos que al final acaba siendo sospechoso de ser terrorista o asesino o algo parecido. Es escurridizo, siempre intenta andar por ahí cuando no hay nadie y cuando se topa con alguien de frente se pega unos sustos que no son ni medio normales.
- Los gritones: suelen ser la típica familia que se pasa la vida gritando y pelando sin parar. Se insultan entre ellos a gritos y dan golpes a los muebles para descargar su mala lech... Los niños berrean y lloran sin parar, los padres se gritan entre ellos y tb a los críos, la montan en la escalera entre ellos cada vez que pueden y les da igual la hora que sea porque sus funciones teatrales son de una gran creatividad libertaria y como artistas vecinales que son no tienen horario alguno para sus representaciones de lo que es la escoria humana y el maltrato entre miembros del mismo clan.
- La prepotente: Suele ser la típica señora que va de rica y de guapa o solo de rica y de fina y que se dedica la vida a mirar a los vecinos como si todos fueran bichos inmundos y malolientes y a quejarse de todo. Suele tener algún hijo mayor divorciado o solterón que se coge unos pedos del quince los fines de semana y que vuelve al barrio haciendo eses y del que ella piensa que es un santo que ha sido maltratado por las mujeres por ser demasiado guapo y buena persona (jajjajja)
- La que tira la mierd... a las casas de abajo: Es la típica cerd... que cree que las casas de abajo han sido construídas para que ella tire su porquería en ellas y que si a los de abajo no les gusta se tienen que jod.. por haberse comprado la casa en esa ubicación. Es una cochina incivilizada que no sabe lo que es limpiar sin ensuciar y que luego va de cívica por la vida. Cree que los patios de luces son propiedad de todos aunque haya gente viviendo en ellos, suya también, por supuesto, y que las casas de abajo son para que ella pueda ser la marrana sin domesticar que es.
- La quejica: Aquí también hay vertiente masculino. Son los típicos que viven solos y que todo les molesta. Suelen vivir debajo de alguien y se pegan el día golpeando el techo del piso de arriba con el palo de la escoba. Les molesta que la gente cocine, que juegue con los hijos, que vea la tv, que respire y hasta que se duche. No le importa la hora que sea, ya sean las tres de la tarde o las nueve de la noche, ellos se quejan y se quejan sin parar. Son insolidarios a tope, ensimismados y solo les importa su propio bienestar. Están solos por su forma de ser y su soledad les hace ser así cada vez más aunque ellos no son conscientes de esto y prefieren pensar que nadie les sabe apreciar como se merecen.
- El niño pesado: Es el típico hijo de la de enfrente que tira los balones contra las puertas de los demás, sale gritando de casa a las siete de la mañana, tira objetos contundentes en su casa con la consiguiente histeria del que vive debajo y hace putaditas a los de alrededor para divertirse, como prestar a todos los timbres o jod... el ascensor a puro de darle a los botones sin parar. Suele tener una madre incívica que lo defiende ante todo y ante todos y que cuando el crío tiene quince años se presenta al programa de "hermano mayor" porque le rompe los muebles y le pide dinero a gritos y patadas.
En fin, espero que en este listado encontréis a los sub humanos que viven a vuestro alrededor o que os identifiquéis con alguno de ellos si os sentís orgullosos de ser un vecino fucker... hasta otra, queridos...
Falto yo, el tío bueno de al lado que hace barbacoas... Pero de mí solo se quejan los hombres feos y calvos...