Y es que esta extrema izquierda de chandalito que nos está tocando sufrir se ha apresurado a manifestarse, tanto en redes sociales como físicamente, contra la detención y encarcelación de unos supuestos titiriteros anarquistas, no sé qué es lo que va antes, si titiritero o anarquista, por representar durante la celebración del carnaval organizado por el Ayuntamiento de Madrid una obra en la que, entre otras cosas, se lanzaba un “Gora Alka-ETA”, en clara alusión a las bandas terroristas “Al Qaeda” y ETA. Pero no solo fue eso, la obra contenía numerosas escenas violentas, entre otras, una bruja matando al propietario del piso en el que reside porque este la intenta violar, asesinando a una monja que pretende llevarse a su bebé y acabando con la vida de un juez que la acusa de terrorista, o la práctica de un aborto. Y como ejemplo de las actitudes de la extrema izquierda tenemos al tal Rubén Sánchez, supuesto “defensor” de los intereses de los consumidores, diciendo que la obra representada era para adultos y criticando la encarcelación, como no se podía esperar de otra manera. Y zasca que se llevó el Sr. Sánchez, por no informarse antes de hablar, como se supone hacen los periodistas, aquí os lo dejo…
Luego tenemos a Alberto Garzón, “líder” de Izquierda Unida que ya mismo acabará con los chavistas de Podemos, que es lo que a él le mola. Y como tiene que hacer méritos para ser admitido en la casta de amigos del narcoestado, publicaba un tweet en modo “hombre de estado”, en el que preguntaba: “¿Somos conscientes de que ahora mismo hay dos personas en prisión por representar una obra de teatro? Absolutamente terrorífico”; a lo que le contesté con otro zasca, aclarándole al Sr. Diputado que no están en prisión por representar una obra, que lo están por representar esa obra…