Dice el FMI que España necesita 5 millones de inmigrantes para que la Seguridad Social funcione como se supone que debe funcionar. España no necesita nada. Los españoles son los que pueden necesitar algo. Las instituciones están – o deberían estar, si es que tienen que existir – para servirnos, no para necesitar nada de nadie. Y los españoles lo que necesitamos es que la Seguridad Social deje de comportarse como un híbrido entre Ponzi o Lehman Brothers y la mafia, y las pensiones pasen a un sistema de capitalización a la vez que cada uno sea libre de gestionarse a su conveniencia sus seguros médicos o de desempleo.
La inmigración está llena de trampas y en boca de todos estos días. En mi anterior artículo traté el tema de manera un poco más exhaustiva, pero no deja de ser una cortina de humo. La excusa, como en el caso anterior, para desviarnos tramposamente de lo que tiene relevancia en nuestras vidas: el mercadeo de votos y apoyos para seguir gestionando el pastel. No es problema que vengan unos u otros. Sí, que se cumplan las leyes y, desde luego, se defienda de forma inequívoca la Libertad. También lo es que las propuestas a ambos lados del espectro político es mantener una oronda administración que admita miembros en el club a placer o que se oponga a ello y por lo tanto gaste más en seguridad. No hace falta club. El problema es el Estado del Bienestar.
En cualquier caso, también sirve de excusa para hacer de nuevo el ridículo en las redes sociales atribuyéndose un mérito que no se tuvo y que las propias redes sociales desmienten de forma inequívoca. El Señor Sánchez, como los nuevos ricos, tiene que aparentar que no llegó al cargo de rebote, apoyado por una coalición collage. Gasta en aviones y gafas de sol. Coloca a la mujer. Engrosa y miente en su currículo. Todo con tal de parecer adecuado para el cargo.
Como él, tantos y tantos políticos de cuna se han dado cuenta de que no tienen ni puta idea de lo que es el mundo real, así que como los títulos en este país se regalan o se compran se pusieron manos a la obra. Mientras la prensa se deja las uñas despellejando al rival, olvidamos de plano, y caemos de nuevo en la trampa de que el problema no es que los españoles sean los más titulados del mundo, sobre todo ahora que lo podrán ser en cuestiones tan mollares como en eso de ser influencer, el problema es que les venden que Colon era catalán y compran, que se puede imprimir dinero a discreción y compran, que se puede conculcar el principio de presunción de inocencia y que no estamos dentro de un régimen totalitario y compran. Y como los españoles, tantos otros. La educación es un desastre. Las universidades uno de los mayores nidos de corrupción. La ignorancia, campa por sus respetos.
No lean el titular. Busquen la trampa. Y salgan de ella. Háganme el favor.
Publicada en DesdeElExilio.com