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En la antigua Grecia existía la leyenda de que Heracles (Hércules en la mitología romana), tuvo que realizar 12 trabajos para expiar su culpa tras matar a su mujer, a sus hijos y a 2 de sus sobrinos. A partir de entonces se denominan como hercúleas las tareas de gran dificultad. Cuando Javier Tebas accedió, tras ser el único candidato, al cargo de Presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), tenía sobre la mesa una serie de estas tareas de cuyo éxito depende gran parte del futuro de la competición liguera española. Vamos a enumerar las principales.
1.- El propio Tebas lo recalcó en sus primeras comparecencias en su nuevo cargo, existe un problema, en el fútbol español, con el tema de amaños de partidos. Los maletines son una tradición de la que nadie se acuerda hasta que se disputan las últimas jornadas y comienzan a darse resultados inesperados. Hay equipos que, al haber obtenido ya sus objetivos, reducen su nivel competitivo y se prestan a ser recompensados para favorecer un resultado favorable a su rival.
El año pasado fue muy comentado el caso del Real Zaragoza, que realizó una segunda vuelta digna de equipo europeo cuando estaba hundido en la clasificación en diciembre. Se comentó (aunque, como siempre, nadie presentó prueba alguna), que Agapito Iglesias había usado su influencia y su cartera para conseguir estos éxitos.
Barkero, con sus declaraciones en contra de sus propios compañeros en el Levante – Deportivo de la Coruña, ha provocado una fractura interna en su equipo y que todo el mundo, en la zona de abajo, comience a sospechar de todo el mundo.
Mientras sea tan complicado el probar que se realizan estas prácticas se antoja complicado erradicarlas. Quizá un pacto de limpieza entre los clubes, con penas severas a quién lo incumpliera, podría ser un inicio. Aunque la situación no parezca tan grave como en Italia cuando se destapó el Moggigate, al no parecer estar involucrados los equipos grandes, lo cierto es que es una adulteración intorelable de la competición.
2.- Como vicepresidente, Tebas también tuvo que enfrentarse a la cuestión del reparto televisivo. Formó un conglomerado de clubes para que negociaran, conjuntamente. Pese a ello, queda mucho camino para andar. Se pide un trato más igualitario pero lo cierto es que las audiencias dicen que España es o del Real Madrid o del Fútbol Club Barcelona. Quizá la cuestión en este punto debiera ser cómo hacer que un partido en el que ninguno de los 2 grandes estuviera involucrado fuese atractivo para el aficionado. Se necesita, para ello, que en tiempo de crisis nuestro país sea un destino atractivo para el futbolista extranjero, como lo era hasta mediados de la década pasada. Sanear las cuentas de los clubes es fundamental para ello, la LFP debe de controlar con lupa las finanzas de sus asociados, castigando duramente a los que no cumplan con sus jugadores, empleados y proveedores. Sólo así, a medio plazo, se puede conseguir una competición lo suficientemente saneada como para poder competir con la Premier y la Bundesliga.