El tío José ha dado la lista de los treinta preseleccionados ante los que se inclina la copa del mundo próxima a jugarse en Brasil. La lista es la siguiente:
Arqueros:
David Ospina (Niza, Francia), Farid Mondragón (Deportivo Cali, Colombia) y Camilo Vargas (Independiente Santa Fe, Colombia).
Defensas:
Camilo Zúñiga (Napoli, Italia), Pablo Armero (West Ham, Inglaterra), Cristian Zapata (Milan, Italia), Mario Yepes (Atalanta, Italia), Amaranto Perea (Cruz Azul, México), Carlos Valdés (San Lorenzo, Argentina), Santiago Arias (PSV, Holanda), Eder Álvarez Balanta (River Plate, Argentina), Aquivaldo Mosquera (América, México).
Volantes:
James Rodríguez (Mónaco, Francia), Abel Aguilar (Toulouse, Francia), Carlos Sánchez (Elche, España), Fredy Guarín (Inter, Italia), Juan Fernando Quintero (Porto, Portugal), Aldo Ramírez (Morelia, México), Edwin Valencia (Fluminense, Brasil), Macnelly Torres (Al Shabab, Arabia Saudita), Alex Mejía (Atlético Nacional, Colombia), Víctor Ibarbo (Cagliari, Italia), Elkin Soto (Mainz 04, Alemania) y Juan Guillermo Cuadrado (Fiorentina, Italia).
Delanteros:
Jackson Martínez (Porto, Portugal), Falcao García (Mónaco, Francia), Teófilo Gutiérrez (River Plate, Argentina), Luis Fernando Muriel (Udinese, Italia), Carlos Bacca (Sevilla, España) y Adrián Ramos (Borussia Dortmund, Alemania).
Hay algunas buenas y otras malas entre los jugadores disponibles. Para no hablar de Falcao, que será una incógnita hasta el 2 de junio o de Yepes que, a su edad, siempre está entre algodones, hay que decir que un buen número de los treinta jugadores llegarán al mundial habiendo jugado, por lesiones o por no ser tenidos en cuenta como titulares en sus respectivos equipos, muy pocos partidos a lo largo del semestre.
Por un lado puede pensarse que la falta de ritmo será un gran problema, sin embargo, es posible creer que al menos llegarán descansados y, lo más importante, desestresados, sin tanto fútbol en la cabeza. A los mundiales suelen llegar con muchos partidos encima y después de haber enfrentado largas presiones en sus respectivos clubes, jugadores que sienten náuseas cuando ven una pelota. De esto estará a salvo Colombia, y el ritmo de juego lo irá encontrando en cada entrenamiento con pelota. Claro, Colombia no está como para regalar resultados en el arranque de la copa.
Por otra parte, y lo que a mi entender es más preocupante, nunca pudimos encontrar a ese jugador que ante defensas cerradas y resultados adversos tomara con pundonor la decisión de ensayar una gambeta y ni cuantimenos se estrolara contra el banderín del corne.
El James, por como viene la mano, estará más pendiente de la conducción del ritmo del equipo, difícilmente se transformará en Ronaldo a los 38' de un segundo tiempo adverso. Quintero tiene todo el talento, pero sería demasiada responsabilidad para un jugador con pocas batallas. Contra Venezuela en eliminatorias fue Bacca quien intentó desnivelar y obtuvo logros, pero el mundial no es Venezuela en una eliminatoria prácticamente definida donde el partido siguiente consolaría un mal resultado.
Supongo que el tío José pensará un equipo que no necesitara de salvaciones de último minuto, ya lo dijo en 2006: "No quiero a Messi como un salvador". Y no le falta razón. Aún así, con el conocimiento que tiene Pekerman, seguramente no se le escapará la carencia y ya veremos, si fuese necesario, cómo se disimulará.
Mientras tanto, a profundizar el deseo.